En Acapulco es común observar a decenas de turistas transitar por las banquetas de la avenida Costera Miguel Alemán, sin portar el cubrebocas y sin usar gel antibacterial.
Se han olvidado de la sana distancia y comienzan a abarrotarse para disfrutar de las playas del puerto y llegan sin respetar las medidas para evitar contagios por el virus.
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Lo anterior pese a la amenaza de la llegada inminente de la nueva cepa del Covid-19, Ómicron, la cual pone en zozobra a las personas que les brindan un servicio.
Además, en un momento en el que el municipio se prepara para un aumento de visitantes para las vacaciones decembrinas, es preocupante, que olviden los cuidados de sanidad.
La de los prestadores de servicios turísticos como restaurantes, hoteles, tiendas de autoservicio exigen a sus consumidores el uso de la mascarilla, sin embargo, en la calle no sucede lo mismo porque no hay quién les exija cumplan las medidas necesarias para evitar la propagación del virus, porque las autoridades también han relajado esos operativos.
