Amontonados a la hora de abordar, es como turistas nacionales disfrutan de un paseo en lanchas con fondo de cristal en Acapulco después de la apertura escalonada de actividades no esenciales.
La mañana de este viernes, decenas de familias fueron vistas en las playas del puerto, así como en el malecón disponiéndose a disfrutar el mar, la arena y el sol durante la pandemia.
Aunque con tapabocas, el turismo no acataba al 100 por ciento las indicaciones para evitar contagios, tal como la de la sana distancia y se amontonaban en los accesos a las embarcaciones dónde fueron instalados filtros sanitarios para desinfección de manos y la toma de temperatura por personal que portaba un cubrebocas de tela no filtradora.
A la hora de sentarse, las personas tampoco estaban a distancia y aunque las lanchas no se abarrotaron, si era notable que muchas no están adaptadas para mantener la distancia de 1.5 metros entre cada pasajero que cruza hacia la isla de La Roqueta, lo cual podría agravar la cifra de contagios de Covid-19 prevista por la autoridad federal.
