/ lunes 7 de enero de 2019

Surrealismo Político

Parece que el saludo presidencial de éste inicio de año ha dejado varados a ciudadanos que esperaban un arranque de año con una mejor perspectiva que el saliente 2018 y ahora realiza largas filas que habíamos visto un poco más lejos que las 9 entidades que la están padeciendo (Puebla, Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Querétaro, Hidalgo, Michoacán, Colima y Aguascalientes), algo así como los lugares donde se ha asentado la reelección, como Venezuela o Nicaragua donde las acciones son por falta de productividad, baja de la economía, el desempleo y el hambre.

La imagen más surrealista que nos saluda obedece a un operativo que busca de fondo acabar con el robo de hidrocarburo que ha dejado leyendas sobre los vínculos de la clase política, la clase gobernante, con los ladrones de gasolina y la complicidad de las familias y comunidades que dejaron también imágenes reprobables contra los responsables del orden que quisieron detener este ilícito.

Así, con la presencia de un guardián nacional del orden, aún representado por el Ejército Mexicano, Petróleos Mexicanos inició la suspensión de Poliducto y calificó la acción como “intermitencia en poliductos” de suministro de Hidrocarburo que en sus primeros días ha generado psicosis, alarma, inconformidad ciudadana por esta decisión.

La “ordeña” del Poliducto de Hidrocarburo ha cobrado víctimas, ha hecho perder valores y ha dejado recursos ilícitos. Ha dejado de lado principios de respeto y ha exhibido violencia que ha extendido más allá de la confrontación con elementos de seguridad, y hasta del Ejército, cuando han intentado detener a quienes han sido sorprendidos en el delito hasta hacer que poblaciones enteras asuman en un colectivo hechos delincuenciales.

La acción parece razonable. La clase política ha dejado de realizar acciones de fondo en una búsqueda surrealista de mantener el poder a partir de no generar inconformidad y votos adversos en elecciones, evitando hacer acciones que puedan descalificar a sus gobiernos. Parece que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha considerado esto y determinó dar un golpe al escritorio para poner un alto de fondo. Si no hay ducto activo, no hay gasolina, no hay delito, no hay huachicoleros, no hay complicidad, no hay corrupción, no hay alianzas entre políticos, gobierno y delincuentes, al menos en este rubro.

Pero el camino no es corto. Si a la decisión no se le suma una estrategia de suministro de Hidrocarburo, si a esta decisión no se le genera un marco de confianza, si no se usan además de las redes los medios convencionales que usa todavía una gran población, la reversa podría ser la solución a la presión que sin duda vendrá y a la acción aún impredecible de quienes están viendo cortar sus ingresos.

Petróleos es de todos, aun cuando sólo unos se han beneficiado del hidrocarburo, incluido el sindicato a quien le ha negado –por el momento?- la Toma de Nota. También es un elemento no renovable que indica para un tiempo no determinado o no dado a conocer, su reducción en la producción. Si bien no es popularmente aceptable esta suspensión, y coincido con quienes analizan lo que vendrá en los costos de alimentos y el movimiento natural que ha reducido por el momento su actividad, también coincido en que los grandes problemas del país requieren soluciones de fondo donde debe aplicarse estrategia para que la población no pague los hechos delincuenciales de otros. ¿Surrealismo?

Parece que el saludo presidencial de éste inicio de año ha dejado varados a ciudadanos que esperaban un arranque de año con una mejor perspectiva que el saliente 2018 y ahora realiza largas filas que habíamos visto un poco más lejos que las 9 entidades que la están padeciendo (Puebla, Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Querétaro, Hidalgo, Michoacán, Colima y Aguascalientes), algo así como los lugares donde se ha asentado la reelección, como Venezuela o Nicaragua donde las acciones son por falta de productividad, baja de la economía, el desempleo y el hambre.

La imagen más surrealista que nos saluda obedece a un operativo que busca de fondo acabar con el robo de hidrocarburo que ha dejado leyendas sobre los vínculos de la clase política, la clase gobernante, con los ladrones de gasolina y la complicidad de las familias y comunidades que dejaron también imágenes reprobables contra los responsables del orden que quisieron detener este ilícito.

Así, con la presencia de un guardián nacional del orden, aún representado por el Ejército Mexicano, Petróleos Mexicanos inició la suspensión de Poliducto y calificó la acción como “intermitencia en poliductos” de suministro de Hidrocarburo que en sus primeros días ha generado psicosis, alarma, inconformidad ciudadana por esta decisión.

La “ordeña” del Poliducto de Hidrocarburo ha cobrado víctimas, ha hecho perder valores y ha dejado recursos ilícitos. Ha dejado de lado principios de respeto y ha exhibido violencia que ha extendido más allá de la confrontación con elementos de seguridad, y hasta del Ejército, cuando han intentado detener a quienes han sido sorprendidos en el delito hasta hacer que poblaciones enteras asuman en un colectivo hechos delincuenciales.

La acción parece razonable. La clase política ha dejado de realizar acciones de fondo en una búsqueda surrealista de mantener el poder a partir de no generar inconformidad y votos adversos en elecciones, evitando hacer acciones que puedan descalificar a sus gobiernos. Parece que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha considerado esto y determinó dar un golpe al escritorio para poner un alto de fondo. Si no hay ducto activo, no hay gasolina, no hay delito, no hay huachicoleros, no hay complicidad, no hay corrupción, no hay alianzas entre políticos, gobierno y delincuentes, al menos en este rubro.

Pero el camino no es corto. Si a la decisión no se le suma una estrategia de suministro de Hidrocarburo, si a esta decisión no se le genera un marco de confianza, si no se usan además de las redes los medios convencionales que usa todavía una gran población, la reversa podría ser la solución a la presión que sin duda vendrá y a la acción aún impredecible de quienes están viendo cortar sus ingresos.

Petróleos es de todos, aun cuando sólo unos se han beneficiado del hidrocarburo, incluido el sindicato a quien le ha negado –por el momento?- la Toma de Nota. También es un elemento no renovable que indica para un tiempo no determinado o no dado a conocer, su reducción en la producción. Si bien no es popularmente aceptable esta suspensión, y coincido con quienes analizan lo que vendrá en los costos de alimentos y el movimiento natural que ha reducido por el momento su actividad, también coincido en que los grandes problemas del país requieren soluciones de fondo donde debe aplicarse estrategia para que la población no pague los hechos delincuenciales de otros. ¿Surrealismo?