El ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, reiteró su inocencia en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y aseguró que fue "un chivo expiatorio" del Gobierno Federal.
"La historia nos dará la razón", afirmó ante el Grupo Aca, donde nuevamente hizo un llamado a que se esclarezca el caso y "se le diga la verdad a los padres (de los normalistas) por muy dolorosa que sea".
Señaló que él, y los entonces procurador, Iñaki Blanco Cabrera y el secretario general de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, han acudido a diversos citatorios y también, de manera voluntaria, a presentar información ante la entonces Procuraduría (ahora Fiscalía) General de la República y diversas comisiones especiales que se han conformado.
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Aguirre Rivero también señaló que ninguno de los detenidos durante las primeras investigaciones que estuvieron a cargo de su gobierno, siguen detenidos lo que prueba que los procesos se hicieron sustentados y con pruebas.
Lamentó que personajes y organizaciones han encontrado en el caso Ayotzinapa "una forma de vida" e incluso señaló que un estudiante, Manuel Vázquez Arellano, quien se hace llamar "Omar el 44", es ahora diputado federal pese a diversos señalamientos en su contra, algunos de ellos por supuestos vínculos con la delincuencia organizada.
Reprochó la falta de apoyo de la dirigencia nacional del PRD en aquel momento, especialmente "del impresentable" Carlos Navarrete Ruiz, entonces dirigente.
Y cuestionó el porqué no se ha citado a declarar a personajes como Miguel Osorio Chong, Jesús Murillo Karam o Eugenio Imaz Gispert, quienes fueron secretario de Gobernación, procurador y director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
"Pensar que mi gobierno desaparecería a los normalistas es equivalente a cavar nuestra propia tumba cuando íbamos tan bien. ¿Qué motivo tendríamos? ¡Ninguno!", afirmó.