Playas vacías y sólo la bruma de la mañana fue la postal que ofreció este lunes el puerto de Acapulco, después del bullicio que se vivió en los primeros seis días del periodo de vacaciones de Semana Santa.
Desde playa Icacos a Manzanillo, la quietud fue el distintivo de este inicio de semana, ocasionalmente el alto oleaje rompía el silencio de las playas de la bahía más hermosa del mundo, según se pudo constatar en un recorrido.
A pesar de este panorama desolador, hoteleros y prestadores de servicios turísticos, calificaron este periodo de asueto como positivo, en virtud que se rompió el pronóstico de los niveles de ocupación de cuartos de hotel que anunció la Secretaría de Turismo de Guerrero.
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Esto, porque en el primer corte de la temporada este destino de playa fue visitado por más de 160 mil turistas que dejaron una derrama económica del orden de los mil 913.6 millones de pesos.
Este repunte que se tuvo después del confinamiento obligado por la pandemia del Covid-19, dio oxígeno puro a la industria sin chimenea y se confía tener un incremento de vacacionistas en el cierre del periodo de asueto que concluye el 24 de abril.
El vaticinio que se tiene es que a partir del miércoles arribará la segunda oleada de turistas y hay optimismo de poder mantener una ocupación hotelera del 60 por ciento para concluir el periodo de vacaciones de Semana Santa y Pascua.
