El sismo de magnitud 4.2 registrado la noche del domingo con epicentro en Acapulco, volvió a encender los nervios que empezaban a apagarse entre los damnificados del fraccionamiento Cantaluna, ubicado en el poblado El Pedregoso de la zona Poniente de Acapulco.
El sismo, generó que algunas familias que habían regresado a las casas, porque no tienen a donde ir, volvieran a salir de las viviendas destruidas parcialmente por el movimeinto telúrico y durmieran a la intemperie.
Su temor ya no solo es en sus viviendas sino también en el estacionamiento donde han pasado varios noches y es que cayeron cables de luz con energía, que tenía la empresa constructora Paquime, la cual se ha deslindado de todo.
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El señor Gustavo Alfonso Campos Tapia, detalló que todas las autoridades ya están dejando en el olvido el conjunto habitacional, ya que también han sido invadidos por toneladas de basura, la seguridad que tenían en la entrada principal y que pagaban mensualmente también ha sido retirada.
Las familias afectadas que aún viven en las viviendas piden a las autoridades de los tres niveles de gobierno que no los olviden que ellos no tienen a dónde vivir y que eso es su único patrimonio, que adquirieron con gran esfuerzo.
Cabe recordar que por más de 7 días estuvieron durmiendo a la intemperie por temor a las réplicas, de las cuales hasta este momento se han registrado más de 1340 réplicas del terremoto de magnitud 7.1 ocurrido el pasado 7 de septiembre con epicentro en Acapulco, siendo la réplica más grande de magnitud 5.2.