A pesar que la Comisión para la Protección Contra Riesgo Sanitario del Estado de Guerrero (Copriseg), levantara el pasado mes de mayo la alerta sanitaria que se le inicio a Acapulco en septiembre del 2021 por la existencia de 36 tiraderos de desechos sólidos en la vía pública, el problema de la proliferación de puntos negros en calles, avenidas y contenedores sigue manteniéndose en el puerto.

La existencia de tiraderos de basura en sitios a cielo abierto, sigue afectando la imagen de la ciudad, además de la salud de millones de ciudadanos que deben de soportar malos olores y el escurrimiento de líquidos en las calles que emanan de los desechos que no son recolectados dentro de los tiempos establecidos por el personal de la dirección de Saneamiento Básico, dependencia encargada de mantener limpia la ciudad.

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Calles ubicadas en el primer cuadro de la ciudad, la propia avenida costera Miguel Alemán, así como avenidas de las colonias Zapata, Renacimiento, 20 de Noviembre, los barrios históricos, la Progreso son solo algunas de las que se encuentran invadidas por grandes cúmulos de basura que diariamente son arrojadas por los propios ciudadanos al no contar con un servicio de recolección eficiente en sus colonias.

Además de la colonia La Mica, la Sabana, el mercado central el cual se ha convertido en un foco de infección según los propios comerciantes que acuden a arrojar los desechos al contener luego de una jornada de trabajo, el tramo Mozimba-Pie de la Cuesta, la avenida Ruiz Cortines y la zona de Llano Largo y Diamante donde existen además tiraderos clandestinos.

Aunado a las calles y avenidas de la ciudad, donde se sufre por la existencia de enormes tiraderos de basura a pesar de no existir ya la alerta sanitaria por parte de la Copriseg, los contenedores que se mantienen instalados en distintas zonas del puerto, también se encuentran vomitando por ser rebasados con la basura que a diario se le deposita.

El ayuntamiento desde el pasado mes de octubre, adquirió un total de 45 nuevos camiones recolectores para la dirección de Saneamiento Básico con un costo económico de 96 millones de pesos, los cuáles, servirían para contrarrestar no solo la alerta sanitaria que duro ocho meses en Acapulco, sino también el problema de la recolección de desechos en la ciudad, sin embargo, este se mantiene pese a los nuevos equipos y a las más de 30 rutas que se establecieron.