Angustiada por salvar la vida de su pequeño hijo, Mariana Lira León, una madre Acapulqueña, exigió al presidente de de la república, Andrés Manuel López Obrador que garantice el abasto de medicamento oncológico en el Hospital Pediátrico Siglo XXI de Ciudad de México, ya que el Covid-19 ha atraído todos los recursos económicos existentes en el nosocomio.
Desde hace un par de meses, María y su esposo Antonio recibieron la peor de las noticias, su hijo el menor, de apenas un año y medio de edad que fue diagnosticado con neuroblastoma con metástasis, un tipo de cáncer que le generó tumores en médula osea, riñón y también en la cabeza.
Para recibir tratamiento y luchar contra la enfermedad, el joven pequeño tuvo que ser trasladado a la Ciudad de México donde el personal de salud está velando por su vida ante esta enfermedad mortal, pero desde hace uno días enfrentan carencias terribles de medicamentos que no le permiten recibir su tratamiento completo, disminuyendo su estimación de vida, como consecuencia presuntamente del Covid-19 a cuya enfermedad se están enfocando los recursos económicos.
"Mi hijo tiene una esperanza del 20 por ciento porque la enfermedad la tiene muy avanzada, la doctora estimó que mi hijo viva unos cinco años y no se vale que le estén interrumpiendo los tratamientos y con ello haciendo más corta su estancia con nosotros", dijo llorando por la desesperación.
El cáncer que padece el pequeño Sebastián ya está pasando factura, pues los tumores de la cabeza ya lo dejaron sin el sentido de la vista, situación que ha entristecido a toda su familia, sin embargo, se mantienen optimistas y esperan que un milagro de Dios pueda sacar al pequeño adelante, a pesar de no contar con los ocho mil pesos que cuesta el medicamento faltante.
En Acapulco también existe carencia de medicamentos, debido a que hace meses padres de familia han externado la inexistencia de suplementos oncológicos que retrasan las quimioterapias y con ello afectan la salud de los niños, lo cual ha sido negado por las autoridades, pero las lágrimas de los afectados son innegables.
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