La agresividad del virus del Covid-19 está minando la salud del sector gastronómico a pesar de que se han aplicado las dos vacunas, debido al contacto frecuente con turistas provenientes principalmente de la Ciudad de México.
Este es el caso del propietario de un restaurante de mariscos y comida corrida, Víctor, quien a sus 59 años de edad, está aislado por presentar síntomas de la enfermedad, a pesar que se aplicó las dos vacunas anti covid.
En breve entrevista telefónica, porque "no quiero contagiar a nadie", aseguró que todos sus empleados cumplen con los protocolos sanitarios como regla y siguiendo las indicaciones de la Secretaría de Salud.
En ese sentido, explicó que se cuenta con tapete sanitizante, el gel antibacterial y se colocan las mesas con una distancia de metro y medio, además de tomar la temperatura a los comensales, así como pedir el uso obligatorio del cubrebocas.
"Todo mi personal también usa el cubrebocas y en todo momento se lavan las manos, precisamente para no estar expuestos a los contagios del patogeno", dice, por eso no entiende porque presenta síntomas de Covid-19.
Lo mismo ocurre con la propietaria de un restaurante de comida corrida, doña Alejandra, quien dio positivo a coronavirus, pese a que también ya se vacunó dos veces, por lo que tuvo que cerrar y aislarse en su domicilio, porque otro de sus empleados también se contagió del virus.
En su caso, tiene que sufragar los gastos médicos por su propia cuenta, lo que es sumamente difícil si no tiene más que el restaurante para ganarse la vida a sus 80 años de edad.
Pero confía poder superar la enfermedad y abrir su negocio lo antes posible, "si no, no voy a poder alimentarme".
De acuerdo a datos del Sector Salud, esta tercera ola de contagios suman ya casi 50 mil casos positivos y sigue la tendencia a la alza, lo que está provocando la saturación de camas de hospital y socavando la capacidad de las instituciones.