/ miércoles 26 de enero de 2022

Tiran a la intemperie féretros en el panteón “nuevo”

Son ataúdes que se utilizaron para sepultar personas en tumbas que se vendieron como espacios compartidos

Ataúdes en los que sepultaron personas, ropa y sábanas con los que los envolvieron, e incluso pequeños restos de los fallecidos se encuentran tirados entre matorrales que crecen a un costado del llamado panteón “nuevo” de esta capital, que se localiza al norte de la ciudad.

Aunque en la administración no hubo quien ofreciera información respecto a estos ataques que se encuentran tirados sin ninguna medida sanitaria, se presume que se trata de féretros que se utilizaron para sepultar personas en tumbas que se vendieron como espacios compartidos y ya pasó la temporalidad para la que se les rentaron.

Lee también: Pide Ayuntamiento realiza pago de guarda y custodia en panteones

Cabe señalar que aunque el terreno del cementerio es muy vasto y extenso, durante muchos años los terrenos se vendieron por el gobierno municipal a precios muy económicos y sin que fuera obligatorio que los utilizaran de esta manera muchas personas adquirieron varios predios como inversión de largo plazo pues sabían que el panteón se llenaría y sería buen negocio venderlos.

El municipio vendio los terrenos en dos mil pesos y hoy quienes tienen espacios en este sitio los ofrecen hasta en 50 mil, con perpetuidad ello porque el gobierno ya no tiene reservas y solo ha generado algunos espacios en los que se hacen fosas hondas y se van depositando cuerpos de manera compartida, es decir que no queda el terreno para una sola familia.

Los ataúdes aún tienen restos de ropa y sábanas con los que envolvieron a los muertos. / Foto: Abel Miranda | El Sol de Acapulco

Los contratos establecidos una temporalidad de 7 años que en teoría es el tiempo que tarda en descomponerse totalmente el cuerpo humano, sin embargo cuando este tiempo ha pasado y abren las fosas aún retiran huesos y restos de los féretros y ropa.

En muchos de los casos los restos humanos se colocan en una bolsa y se sepultan a un lado de la tumba, sin embargo, los féretros no pueden volver a meterse en el mismo sitio y sin ningún tipo de medida sanitaria se tiran entre la maleza.

El mantener los féretros así sin ningún cuidado, sin lugar a dudas que un riesgo sanitario pues en ellos se descompuso un cuerpo, lo que reaparecerá la explosión de bacterias y fauna nociva que se podría afectar a personas representativas que pasan por ahí, o incluso quienes habitan cerca ya que este cementerio se encuentra rodeado por colonias como la Lázaro Cárdenas o la colonia Aztecas.

Ataúdes en los que sepultaron personas, ropa y sábanas con los que los envolvieron, e incluso pequeños restos de los fallecidos se encuentran tirados entre matorrales que crecen a un costado del llamado panteón “nuevo” de esta capital, que se localiza al norte de la ciudad.

Aunque en la administración no hubo quien ofreciera información respecto a estos ataques que se encuentran tirados sin ninguna medida sanitaria, se presume que se trata de féretros que se utilizaron para sepultar personas en tumbas que se vendieron como espacios compartidos y ya pasó la temporalidad para la que se les rentaron.

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Cabe señalar que aunque el terreno del cementerio es muy vasto y extenso, durante muchos años los terrenos se vendieron por el gobierno municipal a precios muy económicos y sin que fuera obligatorio que los utilizaran de esta manera muchas personas adquirieron varios predios como inversión de largo plazo pues sabían que el panteón se llenaría y sería buen negocio venderlos.

El municipio vendio los terrenos en dos mil pesos y hoy quienes tienen espacios en este sitio los ofrecen hasta en 50 mil, con perpetuidad ello porque el gobierno ya no tiene reservas y solo ha generado algunos espacios en los que se hacen fosas hondas y se van depositando cuerpos de manera compartida, es decir que no queda el terreno para una sola familia.

Los ataúdes aún tienen restos de ropa y sábanas con los que envolvieron a los muertos. / Foto: Abel Miranda | El Sol de Acapulco

Los contratos establecidos una temporalidad de 7 años que en teoría es el tiempo que tarda en descomponerse totalmente el cuerpo humano, sin embargo cuando este tiempo ha pasado y abren las fosas aún retiran huesos y restos de los féretros y ropa.

En muchos de los casos los restos humanos se colocan en una bolsa y se sepultan a un lado de la tumba, sin embargo, los féretros no pueden volver a meterse en el mismo sitio y sin ningún tipo de medida sanitaria se tiran entre la maleza.

El mantener los féretros así sin ningún cuidado, sin lugar a dudas que un riesgo sanitario pues en ellos se descompuso un cuerpo, lo que reaparecerá la explosión de bacterias y fauna nociva que se podría afectar a personas representativas que pasan por ahí, o incluso quienes habitan cerca ya que este cementerio se encuentra rodeado por colonias como la Lázaro Cárdenas o la colonia Aztecas.

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