Un cuchillo bien afilado, un martillo y otras herramientas completamente manuales, es lo único que necesita son Jorge Martínez Hernández, para dar forma a las piezas de cuero y hule que después une para dar forma a los huaraches (calzado Tradicional), que aunque ya pocos utilizan, sigue siendo su principal forma de obtener sustento.
Don Jorge aprendió el oficio de su padre, hace más de 35 años cuando apenas era un joven, y aunque realiza muchas otras actividades para el sostenimiento familiar, la elaboración del huarache de cuero es su principal forma de llevar lo necesario a su casa y los vende en un pequeño local ubicado en el viejo Libramiento a Tixtla a la altura de la Iglesia de la Villa.
"Este huarache es el de mejor calidad que se puede encontrar porque todo se hace a mano y con materiales de lo mejor, es más me atrevo a garantizárselos por un año, ya que hasta a los albañiles que se meten a la mezcla les duran" .
Indicó que además de hacer los huaraches, don Jorge se dedica a la música y en un grupo musical toca los timbales y la guitarra, es mesero y cocina banquetes para fiestas.
“Como mesero trabajé en Casa Guerrero ateniendo a los gobernadores desde Rubén Figueroa, pero siempre lo hice como personal eventual nunca tuve una plaza de base, también atendí a Héctor Astudillo en sus cenas navideñas y muchos otros personajes que me llamaban con mi grupo de meseros porque somos personas con mucha seriedad en el trabajo”.
A pesar de tener roce con políticas y oportunidades musicales, don José indicó que su fuerte siempre ha sido el trabajo con las huaraches y reparación de calzado, “es una actividad que además de dinero me da mucha satisfacción ya que me permite a cada par de calzado darle un toque especial y al venderlas siempre es una satisfacción ver al cliente que se va contento”.
Refirió que un par de huaraches su precio ronda los 250 pesos, pero esto dependerá del cliente porque si es una persona que se ve a adinerada o presuntuosa se las pondrá en 300 o más, algo que compensará cuando llega una persona humilde a los que les baja a 200 o hasta 150 pesos un par.
“Ahí hasta le puedo perder pero la satisfacción de ver una persona que ahorró para poder tener un par de huaraches nuevos es algo que me deja la mayor satisfacción”.
Maquinaria adaptada
La única máquina que tiene el fabricante de huaraches en una vieja Singer de costura, que le hicieron adaptaciones para colocarle una aguja industrial y unos recortes especiales que crean el paso del cuero, sin embargo todo lo que son las suelas, se pegan con resistol, clavos y remaches de manera 100 por ciento artesanal.
Para lograr que el negocio reditúe ingresos, don Jorge logró optimizar la utilización del material los recortes de cuero para fabricar llaveros y chirriones de Tlacololero que vende en la Feria de Navidad y Año nuevo.
Panorama complicado
El artesano indicó que el panorama para su actividad es complicado porque a pesar de vender productos de muy alta calidad el mercado del calzado se ha inundado con producto chino que llega muy barato.
“Aquí me llegan con sus zapatos rotos o desgastados y me dicen cámbiele suela les cobro 180 pesos, pero no aceptan porque dicen que el zapato cuesta 200 nuevo, eso es algo con lo que no podemos competir mucho, pero mi garantía es que estos huaraches son de puro cuero, de hule de la mejor calidad y elaboradas completamente a mano”.