La escasez de agua que se vive cotidianamente en Chilpancingo y la falta de una estrategia de mediano y corto plazo que pudiera resolver el problema en la capital de Guerrero, ha generado que propietarios de pipas lucren con la necesidad de la gente y cobrando precios excesivos por los viajes del vital líquido, eso además de que distribuyen agua de pésima calidad obtenida en pozos artesianos.
De acuerdo con un sondeo que realizamos entre vecinos de diversas colonias, el precio de la pipa de 10 mil litros se comercializa entre los 550 y los 700 pesos y el costo más caro se aplica principalmente a las personas de escasos recursos que viven en sitios más apartados.
Colonias periféricas como la Cerro Gordo, Anahuac y San Rafael Oriente con las que reportan que los piperos les cobran hasta 700 por un viaje de agua debido a que sus asentamientos están lejos de los pozos.
Mientras que en zonas del centro de la ciudad el precio puede estar en 550 pesos, ya que las calles están pavimentadas y de fácil acceso.
Además del costo del viaje los piperos han implementado otras argucias para poder incrementar sus ganancias como el que se cobra por la cantidad de manguera que se utilice es decir que si la tapa del cisterna se encuentra cerca de la puerta es solo el precio del viaje de la pipa pero si se utiliza manguera adicional se cobran 50 pesos por tramo de 10 metros.
AGUA DE MALA CALIDAD
Hasta el momento las autoridades no tiene ningún tipo de supervisión a la calidad e agua que se vende en las pipas y todo indica que se trata de agua de mala calidad que se obtiene de pozos situados en las márgenes del rio Huacapa que no son manantiales sino filtraciones del agua contaminada.
Luis Blanco López, quien es vecino de la colonia Atlitenco, indicó que hace unos meses adquirió agua a través de pipa y al utilizarla para bañarse le generó granos en la piel, “el agua además dejó mucha sal en el fondo de la cisterna y las paredes”, sin embargo, tenemos que seguir comprando porque la Capach no atiende su obligación.
Rodolfo Estrada Magdaleno, conductor de una pipa que comercializa agua en la ciudad señaló que hace algunos años que la secretaría de salud los obligó a ponerle cloro al agua que entregan pero actualmente eso ya no se ocupa, “con forme sale del pozo se llenan los vehículos y se entrega al cliente, ya si ellos quieren ponerle cloro se le echa antes de que se llene la cisterna”.
