Al admitir que son 51 los que se han registrado para ocupar la presidencia de la dirigencia nacional de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el aspirante Gibrán Ramírez Reyes, pidió organizarse porque van tarde al proceso electoral, que inició oficialmente el 7 de septiembre en el ámbito federal y el 9 en lo local.
En conferencia de prensa que ofreció en un conocido hotel de la zona dorada del puerto, hizo un análisis del panorama que está viviendo Morena, por la alta competencia que existe al interior y que confirmó que se va a depurar esta lista de aspirantes, a través de una encuesta, para definir al nuevo dirigente nacional.
En su caso, se dijo optimista de ganar, a pesar de las figuras que están participando como la del diputado federal, Porfirio Muñoz Ledo, por citar uno de los más importantes, pero que finalmente confió en poder salir con la mano en alto.
Ramírez Reyes, a pregunta sobre su opinión sobre el delegado federal en Guerrero, Pablo Almicar Sandoval Ballesteros, admitió que conocía las denuncias que se han hecho en su contra de utilizar presuntamente los programas sociales para promover su figura y participar en el proceso electoral.
En ese sentido, dijo, que, si tiene aspiraciones a la candidatura de Guerrero, debe renunciar a su cargo, para enseguida puntualizar: “ningún delegado debería de aspirar, porque todos han tenido esa tentación y creo que es más importante gestionar el bienestar que trabajar por una candidatura”.
Por eso hizo un llamado a que si un delegado que aspira que se ponga hacer campaña abiertamente y que no hagan lo que están haciendo ahorita, de hacer campaña de manera encubierta.