Muestra talento sin igual con los tambores y platillos

Aprender el oficio de músico ha significado para Jesús, un menor indígena mixteco que no habla español, sacrificar parte de la educación formal en la escuela

Abel Miranda | El Sol de Acapulco

  · lunes 18 de octubre de 2021

A sus nueve años, Jesús es el líder de la banda de música de viento “Juquila” de la comunidad de Arroyo Prieto. / Abel Miranda | El Sol de Acapulco

Apenas tiene nueve años, es indígena mixteco y no habla español, pero su destreza en las tarolas musicales lo hacen ser el líder de la banda de música de viento “Juquila” de la comunidad de Arroyo Prieto, perteneciente al municipio más pobre del país, Cochoapa el Grande, en la Montaña de Guerrero.

Para Jesús, la música representa una oportunidad de vida, saber hacer algo más que sembrar en tierras poco fértiles o tener que migrar a estados del norte a emplearse como jornalero agrícola, sin embargo aprender el oficio de músico ha significado sacrificar parte de la educación formal en la escuela, pues el maestro dedica una semana del mes al ensayo de la banda.

La banda de música es utilizada en el pueblo para cualquier celebración como bodas, cumpleaños, fiestas patronales o cualquier fiesta en la que se les contrate y de los pocos recursos que generan se pueden ir solventando los gastos que representa mantener la orquesta.

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Acompañados de sus autoridades locales, la banda de música que está compuesta por niños de entre nueve a 17 años, viajó a Chilpancingo el pasado viernes para ser partícipes de la toma de protesta de la gobernadora Evelyn Salgado y con su presencia buscaban ser vistos y atraer algún apoyo para su pueblo.

El delegado municipal, Aurelio Villanueva Ramón, indicó que es muy difícil poder comunicarse con los niños porque ninguno habla español, por eso se ofreció respondernos las dudas que tuviéramos con respecto a la banda.

“Es un proyecto que se impulsó para tener banda en las fiestas patronales, el maestro dedica dos semanas a la escuela y una para ensayar la banda que ya tiene más de dos años trabajando”.

La banda atrajo la atención de quienes la vieron tocar, pues resultó espectacular poder ver a un niño de una estatura menor a un metro tocando con tal destreza los tambores y estirarse para poder alcanzar y hacer sonar los platillos.

“Estamos buscando apoyo para comprar nuevos instrumentos, que ayuden a que se escuche mejor y también a que más niños y jóvenes puedan integrarse a tocar”.

Cabe señalar que el municipio de Cochoapa el Grande ha sido considerado el de menor desarrollo social y humano del país, incluso se le ha comparado en rezago con los lugares más pobres de África y Sudamérica.