Ante el riesgo de que se regrese al semáforo rojo por el incremento de contagios de Covid-19, causa incertidumbre entre los concesionarios del transporte público, porque si se vuelve a paralizar la actividad económica agudizará la difícil situación que atraviesan desde que inicio la pandemia.
Así lo expresó el presidente de la Federación de Transportistas Unidos del Estado de Guerrero (TUDEG), Ulises Juárez Basilio, quien aseguró que durante el aislamiento obligatorio tuvieron que salir a trabajar por necesidad, aún cuando esto les costó la vida a muchos de sus compañeros al contagiarse del virus.
Ahora, ven el panorama incierto, porque su sector ha sido el más olvidado por parte de los tres órdenes de gobierno, pues no cuentan con apoyos de ningún tipo, a pesar de que pidieron ser considerados dentro del programa de créditos que otorgó el gobierno federal, en ayuda al sector productivo.
El líder transportista, Juárez Basilio, además se quejó que los inspectores de la dirección de Transportes del estado los tratan como delincuentes, pues cuando los detienen con el apoyo de la Guardia Nacional, Ejército y Policía del Estado, los hacen víctima de vejaciones y malos tratos.
Reconoció que por su propia seguridad tienen que portar de manera obligatoria el cubrebocas, pero no necesitan que se le dé un trato de delincuentes, por eso hizo un llamado al titular de la dirección de Transportes, Miguel Ángel Piña Garibay, a que se respeten sus garantías individuales.
Asimismo, solicitó que los apoyen en la sanitización de sus unidades automotrices y se les dé gel antibacterial, porque debido a sus bajos ingresos apenas sacan para la cuenta y la gasolina.