El cuerpo de un indígena desaparecido hace seis años en el municipio de Chilapa fue identificado mediante pruebas genéticas entre los cuerpos que se han depositado en el panteón ministerial, y este día se devolvieron a sus familiares que finalmente podrán darle sepultura.
Crescenciano Niño Luján, desapareció el 12 de noviembre del 2014 en el trayecto de Chilapa a la comunidad de Huamixcatlán de donde era originario, desde entonces sus familiares lo buscaron tanto en vida como en fosas hasta hace un mes que la fiscalía les avisó que se encontraron coincidencias genéticas con uno de los cuerpos depositados en el panteón ministerial.
José Díaz Navarro quien es dirigente del colectivo de familiares “Siempre Vivos”, relató que Crescenciano en vida se dedicó a conducir una camioneta de transporte público que cubría la ruta de Huamixcatlán a Chilapa y el día de su desaparición viajó en esa camioneta con la intención de comprar manguera que utilizaría en campos de cultivo pero encontró pasaje y no la compró, y en el camino de vuelta desapareció.
Agregó que desde hace seis años los familiares lo han buscado tanto en vida como en fosas igual que a otros 500 desaparecidos que se tiene registrados en esta región de la montaña baja de Guerrero.
“Hace seis años en Chilapa se vivió una situación álgida por la pugna entre las bandas delincuenciales conocidas como Los Rojos y Los Ardillos, y fue cuando hubo muchos desaparecidos, pero el clima de inseguridad no ha parado y sigue habiendo desapariciones y asesinatos, apenas hace 4 días se reportó una desaparición”.
Indicó que en esta zona de Guerrero el grupo delincuencial denominado los Rojos fue desarticulado completamente y dejaron en el control total de la plaza a los Ardillos, que son quienes siguen sembrando el terror en municipios como Chialpa, Zitlala, Tixtla, Atlixtac y otros”.
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