El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG), Ramón Navarrete Magdaleno, consideró que la falta de infraestructura y la irresponsabilidad del gobierno de la República de no hacerse cargo de los reos que cometen delitos federales mantienen los Centros de Reinserción Social (Cereso) de Guerrero en pésimas condiciones y al borde del colapso.
El ombudsman, reveló que las cárceles del estado albergan reos sentenciados y en proceso tras haber cometido delitos federales como delincuencia organizada o narcotráfico en penales de Acapulco, Chilpancingo e Iguala, cuando deberían de estar en penales administrados por la federación y con un trato especial de acuerdo a su peligrosidad.
“Aquí en Guerrero sabemos de qué se trata, nos falta infraestructura, los penales actuales ya no son suficientes para los reos que están presos…y tenemos reos de penales federales, eso dificulta que los reos del orden común que son responsabilidad del estado puedan tener una atención de reinserción efectivo”, explicó.
Navarrete Magdaleno, recordó que hace algunos años cuando visitaba el Cereso de Acapulco solo había 700 reos en las celdas y ahora existen más de tres mil, además los mezclan entre los más peligrosos que cometieron delitos graves, con quienes están por robo o cualquier otra falta menor, por lo que su futuro es incierto y pueden sufrir violaciones a sus derechos humanos.
Consideró que se debe construir un penal federal regional que pueda albergar a los reos con delitos de este orden y se les dé un trato especial de acuerdo a su peligrosidad, asimismo separar a los sentenciados de los que se encuentran en proceso, de lo contrario este tema se mantendrá rezagado y los problemas como motines e inconformidades seguirán presentándose al interior de las cárceles.