Desplazados por violencia del poblado de La Laguna, municipio de Coyuca de Catalán, que ahora están establecidos en Ayutla, rechazando los apoyos que el gobierno estatal les envió para sobrellevar el problema.
A las familias de desplazados se les iba a hacer entrega de láminas, maderas, cemento, mangueras y tinacos, sin embargo, en las dos colonias que formaron las personas, no cuentan ni siquiera con agua potable.
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Personal de la Secretaría General de Gobierno visitó ambas comunidades, Tepango y La Libertad, y en las dos, los pobladores no quisieron recibir los insumos.
En contraste, pidieron que se les otorguen tierras para el cultivo, viviendas dignas, escuelas y médicos.
Los desplazados, que abandonaron sus comunidades en 2012 por amenazas del crimen organizado para apoderarse de sus recursos maderables, señalan que no hay condiciones para regresar a su pueblo de origen ante el miedo de ser asesinados, razón por lo que ni siquiera considera regresar.
El lunes, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda dio un banderazo de salida a apoyos sociales y proyectos productivos a unos mil 700 desplazados por un monto de más de 4 millones de pesos.