Asentando un golpe al féretro con el del cinturón que les acredita ser artemarcialistas, alumnos y familiares del profesor Jacinto Palacios Celino, dieron el último adiós a quien fuera director de la escuela “Evolución Guerrero” y formador en las artes marciales mixtas de decenas de niños y jóvenes.
Entre sollozos y exigencias de justicia, Josué Palacios Espinoza, quien es hijo del artemarcialista fallecido, confirmó que pretendían cremar el cadáver, sin embargo la Fiscalía General de Justicia les pidió que lo inhumaran por la posibilidad que existe de que en algún momento se pueda requerir una exhumación como parte de la investigación que se inició tras el accidente.
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Jacinto viajaba de la cabecera municipal de Mártir de Cuilapan (Apango) hacia Chilpancingo en un automóvil tipo Sedán de la marca Volkswagen, y presumiblemente fue embestido por un autobús que invadió su carril en el libramiento Chilpancingo-Tixtla.
En el autobús viajaban estudiantes de la Normal de Ayotzinapa que siguieron su camino en otro camión, mientras que en la carretera el vehículo y el autobús se incendiaron.
Jacinto Palacios Celino era un conocido promotor deportivo, además se dedicaba a la venta de pescados y mariscos en la población de Apango, y estaba en proceso de asociarse en el negocio con la mujer que lo acompañaba, quien fue la primera vez que fue a ver cómo se trabajaba.
Durante el sepelio estudiantes y compañeros del artemarcialista se presentaron a realizar una ceremonia en la que hicieron un saludo para despedirlo y uno a uno se fueron quitando el cinturón para propinar un golpe al féretro y con ello desearle que tenga un buen viaje y eterno descanso.
Josué Palacios Espinoza indicó: “Pido justicia que lleguemos al meollo del asunto, que sepamos de quién es la responsabilidad, porque en este hecho no perdemos sólo a un ser humano, perdemos a un deportista, un aportador de la sociedad que trabajaba con niños, que buscaba hacerlos mejores personas”.
“Agradezco todo el apoyo que hemos recibido de manera presencial y el que se ha vertido en las redes sociales, nos sentimos devastados y hasta cierto punto ofendidos por la situación y la vamos a llevar hasta las últimas instancias”.
Al momento de su muerte el maestro Jacinto contaba con 47 años de edad era originario de Apango y le sobreviven tres hijos.
En su trayectoria fue dos veces Campeón Nacional de Full Contact Amateur en los años años 1989–1990, también campeón estatal en el tercer torneo universitario abierto de Karate-Do en Chilpancingo en 1989, recibió la medalla de plata en el torneo “Guantes de Oro” en la ciudad de Chilpancingo en 1991, fue Primer lugar panamericano en la ciudad de Tijuana en 1991 y Sub campeón panamericano en el 2002.
El profesor ostentaba con certificación que lo acreditó como cinturón negro segundo grado en Artes Marciales Mixtas y certificación como coach nacional en la disciplina marcial.