Las limitaciones económicas y la carestía de equipos tecnológicos no han sido motivo para que doña Sandra apoye a sus hijos en las labores educativas del sistema Aprende en Casa, ella junto a sus dos hijos sale todos los días a sentarse en una piedra en la que se tiene posibilidad de recibir señal de internet, ahí capturan las tareas que ella revisa y envían a sus docentes.
Eva Berenice Alonso Vélez es alumna del quinto grado en la escuela Partido Revolucionario Institucional, a la que no ha podido asistir debido al confinamiento que se ha decretado por la emergencia sanitaria que generó la pandemia del Covid-19 por ello para su maestro les envía tareas vía Whatsapp y se tiene que regresar por la misma vía o mediante correo electrónico.
Doña Sandra Vélez refirió que su domicilio en la colonia La Hierbabuena tiene muy mala recepción, por ello tiene que subir a la parte alta de la colonia para acomodarse en una piedra donde saben que la señal es mejor y desde ahí hacen todo lo que tenga que ver con la recepción y envío de tareas.
La mujer con evidente tristeza relató que a principios de año consiguió empleo en una clínica que se encuentra en el paseo Alejandro Cervantes Delgado, sin embargo debido a la pandemia se recortó personal y fue despedida, desde entonces se ha dedicado a apoyar a sus dos hijos en las labores educativas.
“Una se encuentra en quinto de primaria, el otro en preescolar, pero ambos requieren que se les dedique el tiempo para poder entender y revisar que están haciendo lo correcto”.
La mujer apoya también a dos sobrinos que están en quinto año de primaria y en secundaria, de ellos su mamá trabaja y no tiene más que acudir a ella para disipar cualquier duda, “yo estudié la preparatoria así que puedo ayudarlos, pero es complicado porque muchas cosas que aprendí ya se me olvidaron”.
Además, resaltó que no tienen un equipo de cómputo que sería lo ideal para poder hacer los trabajos, únicamente se apoyan de un teléfono celular y ahí realizan búsqueda de contenidos y resuelven cualquier duda, “por eso tenemos que subir hasta acá, porque allá bajo en la casa no hay buena señal”.
Mencionó que un problema también ha sido el factor económico porque se tiene que poner recargas frecuentemente y los datos se acaban rápido.
“En este momento dependemos de lo que gana mi esposo como taxista, pero allá también las cosas han estado complicadas el pasaje es muy poco porque no hay actividades en oficinas ni escuelas, por eso han días que trae dinero y otras que apenas completa para la cuenta”.
Indicó que es difícil la labor que están realizando los padres en este momento que tiene que apoyar a sus hijos en las labores educativas, pero es un esfuerzo que se tiene que hacer, “apoyarlos en este momento puede ser la diferencia de que tengan un buen futuro o queden estancados”.
