Mientras el gobierno federal solo haga llamados a rescatar las buenas costumbres y los valores, sin atacar de fondo las raíces de la criminalidad, el tema de la violencia seguirá repuntando y extendiéndose en el territorio nacional, elevando las estadísticas de muertos y desaparecidos.
Así lo expresó el presidente del Comité Ejecutivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Esteban Albarrán Mendoza, quien expresó que se necesita de acciones concretas para frenar la oleada de violencia que afecta de manera particular, no solo a Guerrero, sino también a zonas como la frontera norte, el bajío y el centro del país.
Precisó que la creación de la Guardia Nacional no será la panacea para terminar con la inseguridad, sin embargo, existe esperanza de que disminuyan las estadísticas de la criminalidad y que exista acciones concretas que ponga fin a los grupos delictivos vinculados con el crimen organizado.
El también ex senador de la República, Albarrán Mendoza, manifestó que, por ello, ha sido responsable al señalar que en el informe sobre los primeros cien días de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, una cosa son las buenas intenciones y otra los hechos que resuelvan problemas sustanciales en el país.
Admitió que, si bien el presidente de México tiene claras las prioridades a atender en su gestión, la instrumentación para la atención de las demandas más urgentes de la población ha sufrido un desfase frente al que la oposición no puede mantenerse indiferente ni en silencio.
Al aludir al llamado de la dirigente nacional de su partido, Claudia Ruiz Massieu, respecto a que el priismo acompañará las causas del gobierno que encabeza López Obrador, cuando así convenga al interés nacional, pero que también se opondrá en forma razonada y constructiva a decisiones que impliquen simulación o atenten contra las conquistas sociales de los mexicanos.
