La iglesia católica en Guerrero a través de sus autoridades eclesiásticas señalaron que el aborto es una violencia muy grande contra la mujer, luego de haber sido aprobada la ley de la despenalización del aborto en el estado.
A través de un comunicado firmado por obispos de Guerrero; el arzobispo de Acapulco Leopoldo González González, José de Jesús González Hernández OFM, Obispo de Chilpancingo-Chilapa, Joel Ocampo Gorostieta, Obispo de Ciudad Altamirano y Monseñor Dagoberto Sosa Arriaga Obispo de Tlapa refirieron que dicha aprobación se dio con argumentos basados en la razón y en la ciencia.
Destacaron que el aborto es una violencia muy grande también contra la mujer, contra su cuerpo, contra sus instintos primarios, contra sus sentimientos y emociones. Y muchas veces lo hace presionada por la irresponsabilidad paterna.
Enfatizaron que cuando se trata de una violación es una “muy grave injusticia y ciertamente la impunidad en nada ayuda. Busquemos cuidar de la Mamá para cuidar del niño o la niña recién concebidos. Hacía allá nuestros esfuerzos”.
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Lamentaron con tristeza no haber sido tomadas en cuenta las voces, “no pocas”, que se oponían a la aprobación de la ley.
Los obispos de Guerrero reconocieron a todas las personas que oraron por los legisladores y que se mantuvieron firmes y públicamente defendiendo la vida del cada ser humano, así como los legisladores que mantuvieron en alto el valor de la dignidad humana.
Destacaron que el hecho de que una “ley” permita a las mujeres embarazadas abortar hasta las doce semanas de gestación “de ninguna manera cambia el hecho de que se trata de la eliminación de un ser humano, niño o niña”, lo cual lo calificaron de aberrante.
Explicaron que el primer derecho que tienen los seres humanos es que no nos maten. Es un derecho que se convierte en obligación universal: “no matarás”, y que la autoridad tiene la grave responsabilidad de hacer valer, así como también cada ser humano tiene el derecho de vivir desde que fue concebido.
Finalmente mencionaron que el artículo primero de la Constitución garantiza la igualdad de todo individuo, expresamente prohíbe cualquier discriminación motivada por la edad. “A todos nos resulta claro que nadie puede ser asesinado por no tener una semana más de existencia. Esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano”, concluyó el comunicado.
