A pesar que la lectura representa un desarrollo cultural e imaginario entre la sociedad de todas las edades, este negocio en Acapulco se encuentra en riesgo de perderse debido a una crisis económica que es generada por la falta de venta de textos.
Empresarios en la venta y distribución de libros, aseguran que ni la participación en ferias, la reducción en costos en el precio de los libros y la expedición de nuevos textos, ha provocado que la sociedad de todas las edades, muestre interés por la lectura y la compra de libros.
En Acapulco hay más de dos o tres mil negocios en venta de libros desde ambulantes que se ubican en las calles y banquetas, hasta los establecidos que pagan su licencia de funcionamiento, pero más del 50 por ciento se encuentran sometidos en una crisis económica que los pone en riesgo de bajar sus cortinas de manera definitiva.
De acuerdo a la última encuesta realizada en el 2020 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México siete de cada diez personas de 18 años y más leen libros, revistas, periódico y páginas de internet, sin embargo, en el 2016 eran ocho de cada diez que tenían el gusto por la lectura y la compra de algún texto.
En el puerto de Acapulco el problema de la falta de lectura entre la población, es más grave tomando en cuenta que la comercialización de los libros no rebasa ni los 100 o 200 ejemplares en un mes, lo que quiere decir que no existe el interés de leer cualquier tipo de historia.
Maura Escalante, vendedora de textos en el zócalo de Acapulco, expresó que preocupación porque al no existir el interés por la lectura, el comercio de libros en la ciudad corre el riesgo de desaparecer de manera definitiva.
“Sería muy lamentable dejar de comercializar la cultura que se tiene en los libros, es necesario impulsar la lectura en las escuelas, por las propias autoridades realizando más ferias de libros, sacar este producto a las comunidades, a los barrios a las colonias y a todos los lugares donde se tenga aún está cultura que poco a poco se está perdiendo”, precisó.
Manifestó que hay muchos factores por los cuales poco a poco se pierde el interés por la lectura, entre estos la existencia del internet al que los jóvenes y adolescentes le dan más importancia a pesar de que este puede representar un riesgo social y de seguridad personal, así como la falta de campañas para promocionar los libros que pueden ser parte de la historia de vida de cada persona.
Señaló que existe un extenso número de historias en los libros, desde las novelas, los cuentos, de terror, las románticas, hasta aquellas que son historias de la vida real, pero no todas tienen el mismo interés para ser adquiridas por los que aún tienen el don o el gusto de comprar un libro.