El presidente de la Federación Estatal de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Fecanaco-Servytur), Alejandro Martínez Sidney, aseguró que los empresarios de bares y discotecas están desesperados por la falta de ingresos económicos durante los últimos cuatro meses como consecuencia de la pandemia del Covid-19.
Desde el 1 de abril del presente año, el gobierno del estado de Guerrero decretó la suspensión de actividades no esenciales en la entidad, por lo que los negocios con giros rojos y muchos otros más tuvieron que bajar sus cortinas y mandar a descansar a sus empleados, ya que los bares y discotecas son donde mayormente se presentaban aglomeraciones.
Luego de cuatro meses, estas micro y medianas empresas no han vuelto a ver clientes, por lo que Martínez Sidney aseguró que muchos empresarios están al borde de la quiebra, ya que los impuestos, servicios y el pago de la nómina ya son insostenibles, por lo que los recibos de la CFE, CAPAMA, así como de proveedores de Internet y televisión por cable se acumulan cada vez más.
"Están desesperados por esta situación, los bares y las discotecas son un giro más afectados porque no han podido abrir ni siquiera al 30 por ciento, esta negada la reapertura para los bares y discotecas. Hacemos un llamado al gobernador del estado y la presidenta municipal para que autorice que las discotecas trabajen en un horario de 11 de la mañana a siete de la noche igual con el 30 por ciento con las medidas sanitarias", dijo.
El dirigente de la Fecanaco reconoció que algunos negocios han cambiado su giro y adoptando sus negocios como restauran-bar, limitando la venta de bebidas alcohólicas bajo el consumo de alimentos, para así poder regresar a la nueva normalidad, pero de ellos sólo se conoce a no más de 10 empresas, ya que para dar ese paso se requiere inversión de varios miles de pesos.
Martínez Sidney mencionó que los músicos también son un sector que se encuentra severamente afectado y quienes dependían de los bares y discotecas para subsistir, por lo que también existe en ellos desesperación por continuar obteniendo recursos económicos.
Durante un recorrido realizado por el reportero, se constató que muchos bares ubicados sobre la avenida costera Miguel Alemán están en penumbras, cerrados por fuera con cadenas y candados, mientras que los recibos de cobro de la CFE, CAPAMA, Izzi, entre otras instancias públicas y privadas son arrojadas por debajo de la puerta, con la intención de que las dueños paguen los adeudos.
En Acapulco existen más de 800 negocios con giros rojos que no han podido trabajar desde que el nuevo coronavirus llegó a Guerrero, mismos que dan empleo a miles de porteños.