El niño con cuernos y patas de cabra

Don Julián no creía en nada más que en el poder de su dinero y su inmensa fortuna... hasta que el niño se le apareció

isis Maldonado | El Sol de Acapulco

  · viernes 30 de octubre de 2020

Foto: Pixabay

Don Julián, un hacendado de ojos verdes, alto, piel blanca y asediado por las mujeres de la región Centro de Guerrero, no creía en nada más que en el poder de su dinero y su inmensa fortuna.

Un día decidió convivir con sus empleados en una cantina del pueblo, al calor de las copas le comentaron de las apariciones de un demonio y de la gente que había muerto al verlo, Don Julián soltó la carcajada y les dijo que no creía en esas “tarugadas”, por lo que siguió bebiendo.

Ya entrada la noche, Don Julián se retiró de la cantina, montó su caballo para dirigirse a su hacienda, la cual estaba algo retirada del lugar.

En el oscuro camino escuchó el llanto de un niño, por lo que detuvo su caballo y se bajó a buscarlo, encontrándolo entre la maleza, Don Julián lo tomó entre sus brazos y le preguntó que quién lo había dejado ahí, el niño no respondió sólo lloraba.

El hacendado lo subió a su caballo para llevarlo a la comisaría del pueblo por si alguien lo estaba buscando, pero a cada paso del jamelgo vio que al niño le crecían las piernas en forma de cabra y asustado lo aventó, pero al seguir el galope ya estaba otra vez en sus brazos y lo volvió a aventar.

Don Julián aterrorizado golpeó al caballo para que corriera más rápido y poder alejarse del lugar. Llegó a su hacienda, pero al abrir la puerta vio al demonio quien le dijo: “Ahora sí crees en mí”. A los tres días el apuesto hacendado falleció.

Cuenta la leyenda que un niño con cuernos y patas de cabra se aparece en caminos oscuros y solitarios a las personas que no creen en el demonio.