/ sábado 31 de marzo de 2018

El KM 30 vive el calvario de Jesús

La fe católica volvió a atraer a miles de personas a la representación de la Pasión de Cristo

El hijo de Dios alzó la mirada y exclamó: “Padre, ¿por qué me has abandonado?, enseguida suspiró y dijo su última voluntad: “En tus manos encomiendo mi espíritu” y expiró, en lo que fue la representación número 52 del viacrucis que de manera ininterrumpida se realiza en el poblado Kilómetro El 30.

La fe católica volvió a atraer a miles de personas a la representación de la Pasión de Cristo, papel que interpretó por primera vez el joven estudiante de la Escuela Superior de Educación Física (ESEF), José Manuel Torres Reyes, de 20 años de edad, que a pesar de su físico, soportó el martirio a que fue sometido, previo a su crucifixión.

Esta obra, en la que tomaron parte más de cien artistas y extras, atrajo a hombres y mujeres de todas las edades, que hicieron consumo en los puestos improvisados de comida, aguas frescas, paletas, helados, gorras y hasta cervezas, en tanto se hacían los preparativos para iniciar la edición 52 del viacrucis.

El escenario se colocó en el corral de toros y ahí es llevado el Nazareno, después que Claudia, interpretada por Nabil Cristal García Jiménez, pide a su esposo Poncio Pilato, personificado por Luis Felipe Torres, prefecto de la provincia romana de Judea, lo libere y que no lo condene a muerte, como lo piden los fariseos.

Siguiendo al pie de la letra lo que dice la Biblia, Poncio Pilato manda a que reciba 40 azotes Jesús y así castigarlo, por decirse rey de los judíos, después trata de intercambiarlo por Barrabás, un asesino y delincuente, pero la presión de los fariseos es tal que termina lavándose las manos y lo entrega y así sella la muerte del hijo de Dios.

A partir de ese momento, los soldados romanos ultrajan al Nazareno, propinándole de golpes, trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y lo vistieron con un manto púrpura, enseguida le es obligado a cargar un pesado madero de 120 kilos de peso, para caminar hacia el Monte Calvario, vacilante y flagelado.

Después de cumplirse las estaciones, es ayudado por Simón de Cirene con el pesado madero y así llega al Gólgota, terreno que está en un cerro de la colonia Liconsa, ahí es despojado de su túnica y clavado a la cruz, para enseguida ser izado, ante la sonrisa de sus verdugos que se juegan sus pertenencias a los dados y él agonizando oró por todos los hombres diciendo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.

También fueron crucificados Dimas y Gestas, dos delincuentes que estuvieron a su lado; el segundo le reprochó que si era hijo de Dios, que se salvara, a lo que le respondió el Mesías: “¿Tú crees que no podría pedir un ejército a mí padre?”.

La Virgen María, personificada por Liliana Torres Trejo, se apostó al pie de la cruz, junto con el discípulo Juan, a quien Jesús quería mucho; enseguida el Nazareno volvió la mirada a su madre y le dijo: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”, luego dijo a Juan: “Ahí tienes a tu madre”.

Al final exclamó: “Todo está cumplido”, y reclinando la cabeza, murió.

Así finalizó esta edición del viacrucis en el poblado Kilómetro 30, que volvió a mover el interés de la gente y conocer la forma en que Jesús de Nazaret sacrificó su vida por toda la humanidad.

Los asistentes se retiraron satisfechos de la representación que hizo el joven José Manuel Torres, quien dejó en interrogación si vuelve a interpretar el papel de Cristo en el 2019.

El hijo de Dios alzó la mirada y exclamó: “Padre, ¿por qué me has abandonado?, enseguida suspiró y dijo su última voluntad: “En tus manos encomiendo mi espíritu” y expiró, en lo que fue la representación número 52 del viacrucis que de manera ininterrumpida se realiza en el poblado Kilómetro El 30.

La fe católica volvió a atraer a miles de personas a la representación de la Pasión de Cristo, papel que interpretó por primera vez el joven estudiante de la Escuela Superior de Educación Física (ESEF), José Manuel Torres Reyes, de 20 años de edad, que a pesar de su físico, soportó el martirio a que fue sometido, previo a su crucifixión.

Esta obra, en la que tomaron parte más de cien artistas y extras, atrajo a hombres y mujeres de todas las edades, que hicieron consumo en los puestos improvisados de comida, aguas frescas, paletas, helados, gorras y hasta cervezas, en tanto se hacían los preparativos para iniciar la edición 52 del viacrucis.

El escenario se colocó en el corral de toros y ahí es llevado el Nazareno, después que Claudia, interpretada por Nabil Cristal García Jiménez, pide a su esposo Poncio Pilato, personificado por Luis Felipe Torres, prefecto de la provincia romana de Judea, lo libere y que no lo condene a muerte, como lo piden los fariseos.

Siguiendo al pie de la letra lo que dice la Biblia, Poncio Pilato manda a que reciba 40 azotes Jesús y así castigarlo, por decirse rey de los judíos, después trata de intercambiarlo por Barrabás, un asesino y delincuente, pero la presión de los fariseos es tal que termina lavándose las manos y lo entrega y así sella la muerte del hijo de Dios.

A partir de ese momento, los soldados romanos ultrajan al Nazareno, propinándole de golpes, trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y lo vistieron con un manto púrpura, enseguida le es obligado a cargar un pesado madero de 120 kilos de peso, para caminar hacia el Monte Calvario, vacilante y flagelado.

Después de cumplirse las estaciones, es ayudado por Simón de Cirene con el pesado madero y así llega al Gólgota, terreno que está en un cerro de la colonia Liconsa, ahí es despojado de su túnica y clavado a la cruz, para enseguida ser izado, ante la sonrisa de sus verdugos que se juegan sus pertenencias a los dados y él agonizando oró por todos los hombres diciendo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.

También fueron crucificados Dimas y Gestas, dos delincuentes que estuvieron a su lado; el segundo le reprochó que si era hijo de Dios, que se salvara, a lo que le respondió el Mesías: “¿Tú crees que no podría pedir un ejército a mí padre?”.

La Virgen María, personificada por Liliana Torres Trejo, se apostó al pie de la cruz, junto con el discípulo Juan, a quien Jesús quería mucho; enseguida el Nazareno volvió la mirada a su madre y le dijo: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”, luego dijo a Juan: “Ahí tienes a tu madre”.

Al final exclamó: “Todo está cumplido”, y reclinando la cabeza, murió.

Así finalizó esta edición del viacrucis en el poblado Kilómetro 30, que volvió a mover el interés de la gente y conocer la forma en que Jesús de Nazaret sacrificó su vida por toda la humanidad.

Los asistentes se retiraron satisfechos de la representación que hizo el joven José Manuel Torres, quien dejó en interrogación si vuelve a interpretar el papel de Cristo en el 2019.

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