Con interesantes anécdotas sobre toda una vida como camionero, don Isidro Alcántara, ahora se gana la vida de zapatero, aunque también fue bolero .
Sobre la banqueta del eje central de Ciudad Renacimiento, frente a la escuela primaria Gabriela Mistral y Cirenio Vargas Salmerón, utilizando una tabla y una caja de herramientas, repara el calzado que le dan sus clientes.
Sin distraerse en la compostura de un zapato, al cual le aplicó resistol 5000 para pegar la suela, mostró sus dotes de ser un buen conversador y narrar sus vivencias cuando era chofer de camiones pesados.
-¿Cómo se inició en el oficio de preparador de zapatos?
Ya le dije que soy del Estado de México, de donde salí a los 12 años de edad y viaje Atoyac de Álvarez, cuando crecí me fui a Hermosillo, Sonora, ahí aprendí a manejar y me hice camionero.
-¿Qué experiencias tuvo como camionero?
Bueno, cubría la ruta de la Rumorosa, que está en el municipio de Tecate, Baja California. Es una parte natural con barrancos profundos, donde se accidentada un camión nadie salía, toda esa zona es un cementerio de camiones.
También estuve en los Estados Unidos, donde vendía accesorios eléctricos y regrese al país, por mi edad ya nadie me contrataba y desde hace tres años reparo calzado para subsistir aquí en el puerto de Acapulco, donde vivo con mi hija.
Señor, échele pegamento al zapato, interrumpe la propietaria del zapato que está reparando, a lo que le responde "ya se lo puse, vea, hay que esperar que secue un poco y se pegue bien".
-¿Le va bien como zapatero?
No, este mes fue bien malo, pero hay que seguirle buscando, a veces me cae trabajo y así la voy pasando.
Todavía se dio tiempo para narrar un hecho sobrenatural, "cuando manejaba un camión de carga, seguía a otro camionero y vi a un hombre parado sin cabeza, adelante una motocicleta accidentada, le platiqué a mi compañero y me dijo que son las almas en pena que vagan por esa zona ".
Y así, don Isidro Alcántara se quedó haciendo lo suyo para ganarse unos pesos, en esta colonia de la zona suburbana, una de las más peligrosas del puerto de Acapulco.