Ciudadanos acapulqueños se quejaron de que continúan utilizando animales silvestres en puntos turísticos con fines de lucro, mismos que son presuntamente maltratados sin que las autoridades en materia de medio ambiente tome cartas en el asunto para aplicar la Ley de Bienestar Animal.
En el puerto se conocen por lo menos dos puntos turísticos donde se realizan estas prácticas, uno de ellos está en el corazón de la zona tradicional, la explanada de la famosa a nivel mundial Quebrada, donde sujetos cobran por tomarse fotos con un mono capuchino que tienen amarrado con una correa.
Los costos por fotos son arriba de los 50 pesos, lo cual atrae a muchos turistas todas las tardes que se realizan funciones de clavados en los acantilados, atracción que se realiza desde hace muchos años.
El dueño del animal asegura a los clientes que el mono es manso, pero los denunciantes aseguraron que este tiene los dientes rebajados con la finalidad de que no llegue a causar heridas en el caso de que llegue a atacar a alguien mientras toman la foto por unos cuantos pesos.
Otro de los puntos son la playa Revolcadero y Puerto Marqués, donde jóvenes pasean con iguanas o cocodrilos pequeños para ofrecer la toma de gráficas a los turistas, atando la boca de los reptiles para evitar mordidas, pero dando mal trato a los ejemplares que son sacados de su habitas natural.
Los quejosos recordaron que estas dos especies no son consideradas de trabajo, ya que son silvestres y fueron extraídas de su habitas natural para ser explotadas sin que las autoridades tomen cartas en el asunto.