Mientras permanece la incógnita respecto a si las playas Olvidada y Garrobo serán incluidas en el programa de saneamiento de la Bahía que anunció el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador el pasado viernes en Acapulco, las descargas de aguas residuales en estos balnearios ubicados en la zona Poniente del puerto siguen generando contaminación.
Durante su visita al municipio, López Obrador se comprometió a ayudar a sanear la bahía de las aguas residuales que llegan desde hace años, situación que se visualiza constantemente a través de videos que se muestran a nivel nacional e internacional sobre las descargas de aguas negras o mediante los monitoreos que realiza la Cofepris, donde se evidencia la llegada de bacterias fecales al mar.
El pasado 25 de julio, Acapulco se volvió viral en redes sociales debido a una enorme descarga en playa Icacos, balneario certificado a nivel internacional con la bandera Blue Flag, mismo que derivó una denuncia penal en contra de la CAPAMA y la destitución de todo el cuerpo directivo del organismo.
Durante un recorrido por una de las plantas de tratamiento de aguas residuales de la CAPAMA que se encuentra totalmente obsoleta, ubicada en la colonia La Mira, se constató una vez más que es una de las que más contaminación genera al medioambiente, debido a que las 24 horas del día arroja líquidos crudos al mar.
La pestilencia es insoportable por varios metros a la redonda de donde se ubica esta planta, mientras que sus instalaciones están en total abandono, pues nada en su interior funciona y el lugar sólo sirve como criadero de moscos y enfermedades gastrointestinales.
Las aguas que llegan desde los inodoros de los habitantes de asentamientos aledaños se van sin pasar por tratamiento alguno a la playa Olvidada, donde las piedras quedaron totalmente negras por tanta suciedad, mientras que el agua tiene aspecto de una laguna por la gran turbiedad.
Trasladados a otro lugar, a aproximadamente un kilómetro del primer sitio en mención se encuentra otra pequeña playa, desconocida para muchos y la que pareciera no existir para las autoridades, se llama Garrobo, donde llega un desagüe de la planta de tratamiento ubicada en la glorieta de Aguas Blancas, también la descarga es innegable e invisible para las autoridades.
En este sitio donde todavía hay pesca ribereña, sobre todo de pequeñas especies que llegan a entrar en cardumen de gran tamaño, los pescadores se arriesgan a sacar especies, aunque éstas les puedan llegar a causar malestar estomacal.
En este punto el panorama es el mismo, muy desalentador, por lo que habitantes como el señor Sergio López, consideró que la Conagua también debe presentar denuncias penales por la contaminación en estos dos puntos de la zona poniente de Acapulco, con la finalidad de que corrija el desperfecto y se castigue a los responsables de la contaminación.
Los vecinos tienen la esperanza que el saneamiento del mar en Acapulco no sólo se quede en la zona turística, ya que estos dos puntos en mención están clamando un rescate debido a que están ahogados en heces fecales que dañan a los ecosistemas del lugar.
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