En el puerto de Acapulco la contaminación de los ríos y lagunas, es un tema irrelevante para las autoridades, al igual que los incendios forestales, sin advertir que, en el corto plazo, se trata de una bomba de tiempo.
Así se expresó la presidenta de la organización Corazones Ambientalistas, Mónica Corazón Gordillo, quien reprochó que a pesar de que se ha denunciado en foros y ante las mismas instancias de gobierno, sobre la contaminación de los cuerpos de agua y los ríos, no se ha hecho nada.
Lamentó que dentro de su agenda y sus políticas públicas de las autoridades que gobiernan al país, el estado y el municipio, no exista ningún apartado para poder sanear los ríos que abastecen del vital líquido a la ciudad, esto a pesar de las distintas dependencias que fueron creadas, para atender la problemática del medio ambiente y la preservación de la flora y la fauna.
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Un ejemplo, dijo, es la grave contaminación que sufre el río de La Sabana, cuyo caudal lo constituye el 90 por ciento de aguas de drenaje, desechos de cementeras y químicos que vierte una empresa refresquera, que está a la vista de todos.
La Ambientalista, Corazón Gordillo, afirmó que lo mismo ocurre con los incendios forestales, que se siguen permitiendo a pesar de que en cada año miles de hectáreas se pierden por la quema de las tierras de cultivo, sin que se midan las consecuencias que esto va a generar en el futuro.
Alertó que, debido a que no hay control de ningún tipo para frenar la quema del tlacolol, se está cometiendo un ecocidio que se va a lamentar, porque no solo se está poniendo en peligro de extinción de árboles endémicos y fauna, sino también se está terminando con los mantos freáticos que abastecen a los arroyos y ríos.
Otra vez alzó la voz para que las autoridades hagan algo, porque tampoco escapan a la contaminación la laguna de Pie de la Cuesta, que recibe de manera indiscriminada las descargas del drenaje de los nuevos desarrollos habitacionales que se están construyendo, tal y como ocurre con la laguna de Tres Palos, que sigue en agonía y nadie, pero nadie, hace nada, rubricó.