Atraídos por la lujuria, quizá por el morbo o la curiosidad, cientos de acapulqueños y turistas empiezan a arribar a la zona de la condesa de la ciudad para observar los arrancones y acrobacias de miles de motociclistas que ya han arribado al puerto par participar en el Acamoto 2019.
En el área ya se observan algunos participantes que van acompañados de mujeres con diminutas prendas recorriendo la principal arteria de la ciudad a toda velocidad zigzagueante entre los vehículos.
Con sus cajas de cerveza en las manos, hieleras y hasta adentro de carreolas de bebés, los asistentes recorren el tianguis de artículos de diversos productos que comercian sobre la banqueta generando venta informal a quienes pagan impuestos.
Cascos de motociclistas, guantes, playeras, camisas, bolsas, lentes, collares, entre otros objetos son parte de la vendimia nocturna que se ha instalado a lo largo de la diana cazadora hasta la condesa.
También lindas coronas, pero de luces que se venden a las mujeres y niñas que deambulan a esta hora por el lugar.Rodilleras, coderas, cadenas para motos, blusas y playeras con calaveras, que anticipan peligro por los acontecimientos de años atrás que han dejado muertos, mutilados y heridos a lo largo de más de diez años de realizarse este evento en el puerto.
Inspectores de vía pública, policías preventivos y viales, marinos, militares y hasta policías federales, son testigos del comercio informal y el paso a toda velocidad de los motociclistas que viajan sin cascos y de a dos y hasta tres en sus unidades de dos ruedas que, con su ensordecedor rugir de motores se confunde entre el estridente música de esta zona de bares y discotecas de la ciudad.
Ambulancias de la Cruz roja y el ministerio público se encuentran en la diana cazadora preparados para atender alguna emergencia que pueda presentarse, como la ocurrida en años anteriores donde la velocidad e imprudencia ha cegado la vida de algunos participantes.