A pesar del incremento de la violencia en el Fraccionamiento Farallón, se evitó la suspensión de clases en las escuelas públicas y privadas de esa zona, con el reforzamiento de la presencia militar, de la Policía Federal y de la Policía del Estado, aseguró la directora del plantel 2 del Colegio de Bachilleres, Raquel Vega Abarca, quien, además, dijo que se contrató personal de seguridad privada.
En entrevista, la directora admitió que el problema de la violencia se ha acrecentado en varias zonas del puerto de Acapulco, pero, en el caso del Colegio de Bachilleres, se armó una estrategia, que contempló el reforzamiento de la presencia militar, tanto en la entrada como en la salida, tarea en la que también se han involucrado los padres de familia.
Aseguró que los mil 100 alumnos que asisten en el turno matutino y vespertino, lo han hecho de manera interrumpida, gracias a que se cuenta con las garantías para que acudan a sus salones de clases a recibir cátedra y que esto no sea factor de deserción escolar, un problema que se ha logrado abatir.
La maestra Vega Abarca dijo que, dentro de sus prioridades, está evitar la deserción escolar, a través de programas como alerta temprana de “Yo no abandono” y los pocos casos que se han dado son por voluntad propia, por cambio de residencia a otra parte del país, pero no por la violencia.
Además, dijo, se ha elevado la calidad de la educación, tanto por los cursos y talleres que se imparten al personal académico, que ha permitido que también se esté en nivel de competir con cualquiera institución del nivel medio superior.