Provistos de todo tipo de botanas y el singular traje de baño, compuesto por el clásico short, camisa, calcetines y zapatos, cientos de turistas de la Ciudad de México, que hicieron el viaje por carretera, inundan las playas de la bahía del puerto de Acapulco.
Dejando atrás el trajinar diario, el smog y los problemas de estrés, familias completas y hasta el vecino, arribaron tempranito a este destino de playa este jueves y aprovechando los primeros rayos de sol, hicieron realidad su deseo de disfrutar el sol, arena y el mar.
Esta clásica postal se pudo observar desde la playa Condesa, Papagayo, Tamarindo, playa Suave, Hamacas, Tlacopanocha, Manzanillo y Caleta y Caletilla, en donde decenas de visitantes desafiaba, corriendo de un lado a otro, el alto oleaje provocado por el fenómeno Mar de Fondo.
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Pero bien valió la pena, después de recorrer 296.71 kilómetros que comprende desde la Ciudad de México al puerto de Acapulco, apretujados en un vehículo compacto o camioneta, para tirarse en la arena y refrescarse con una cerveza, sin importarles ser acosados constantemente por los vendedores ambulantes, en tanto los jóvenes, ponían en práctica sus habilidades de nadadores, con uno que otro revolcón.
Cabe señalar que las autoridades de Protección Civil mantienen la alerta en este balneario del Pacífico, por el alto oleaje provocado por el mar de fondo, que afecta las costas de Guerrero, desde este 13 abril, lo que ha obligado a redoblar la vigilancia, por parte del personal salvavidas, en las playas con mayor alto oleaje.
Este jueves la autopista del Sol y la carretera federal México-Acapulco incrementó su aforo vehicular, por lo que el pronóstico es que habrá una alta ocupación hotelera desde este viernes al domingo, lapso en el que se espera el arribo de una parte de los 400 mil turistas que se estiman visitarán en este periodo de asueto los destinos turísticos del llamado Triángulo del Sol.
