Pese a las amenazas de aplicar infracciones por parte de las autoridades y a la instalación de un estacionamiento público, conductores de cientos de autobuses foráneos que arriban al puerto de Acapulco los fines de semana, siguen utilizando la avenida costera Miguel Alemán como gran parqueadero donde dejan las pesadas unidades.
Es un carril completo de ambos lados, los que son utilizados como estacionamiento para estas pesadas unidades, esto provoca fuertes problemas de tráfico vehicular, el cual ni los elementos de la policía vial pueden resolver debido a que los conductores, se niegan a retirar sus autobuses.
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Desde la zona de la Base, hasta el área de Caleta y Caletilla, se encuentran estacionados los autobuses en ocasiones hasta en doble fila, fuera de los hoteles y frente a negocios comerciales que tienen accesos para vehículos particulares.
Además de la costera Miguel Alemán, los choferes de autobuses también utilizan como estacionamiento algunas de las calles aledañas a la zona turística, como la Wilfrido Massieu, la Gómez Morín, María Bonita, Club Deportivo Condesa, Las Playas y la Avenida Adolfo López Mateos, en estas aun cuando se tienen instalados discos donde se prohíbe estacionar vehículos.
Los conductores justifican el estacionar sus autobuses sobre la Costera, debido a que deben de estar cerca de los hoteles donde dejan a sus pasajeros que en cada momento salen a las playas, o algún sitio de interés como La Quebrada o Sinfonía del Mar.
Indican que, en Acapulco, no les conviene pagar el uso de un estacionamiento público debido a que una vez que llegan al puerto, salen de dos o tres veces al día y esto les provocaría el pago de 300 a 400 pesos por día.
Al puerto de Acapulco arriban cada fin de semana entre mil a dos mil 500 autobuses procedentes de distintas ciudades del país, y todas éstas hacen uso de la costera para estacionarse desde el sábado hasta el día domingo.
