Con toda la impunidad y violando el bando de policía y buen gobierno, por segundo día consecutivo, miles de motociclistas que participan en el "Acamoto", se apoderaron de la principal avenida de Acapulco.
La costera Miguel Alemán, la cual para las autoridades de gobierno es prioridad mantenerla en buen estado, se convirtió la noche de ayer sábado en un escenario donde sabré salió el alcohol a pesar de la veda que marcó el ayuntamiento, el desorden y el ruido de los potentes motores de los miles de motocicletas, que hasta parte del camellón invadieron.
Desde las 7:00 de la tarde, el área de la Glorieta de la Diana, la Condesa hasta el Hotel Presidente, fue acordonado y vigilada por ciento de policías preventivos, militares y efectivos de la Policía turística y de vialidad quienes fueron rebasados por el gran número de motociclistas "algunos sin casco y con dos o tres personas a bordo de una unidad", así como de un gran número de acapulqueños que pese a todo también asistieron al espectáculo que se ofreció en la zona turística.
Mientras tanto algunos puestos donde se vendió desde cascos, guantes, llantas y ropa, invadían sin un permiso por parte de la autoridad gran parte de la banqueta poniendo en riesgo a mujeres, hombres y menores de edad que buscaban un espacio a la orilla de la carretera para ver las acrobacias que a partir de las 10:00 de la noche iniciaron a la altura de la zona de la Condesa, donde promotores de bares pedían a los miles de asistentes a comprar bebidas antes de la hora que el ayuntamiento marco para comercializar cervezas en botellas de vidrio.
Sin lugar a dudas la impunidad sobresalió, en esta segunda noche del Acamoto, y que aún con la presencia de policías, algunos motociclistas se encontraban conduciendo sus potentes máquinas bajo los efectos de bebidas embriagantes, lo que representaba un riesgo para aquellos que aún con el problema de violencia que hay en la ciudad, llegaron a la zona turística para ver las acrobacias y escuchar los motores de las motocicletas.
A las 10:00 de la noche elementos de la Policía preventiva, cerraron con vallas metálicas el paso vehicular en los carriles dirección Diana-Base para que fueran utilizados en su totalidad para que los motociclistas iniciarán los famosos arrancones y las maniobras como los famosos "caballitos" (la conducción de la moto en una sola llanta), así como las piruetas circulares que quedaron marcadas sobre el pavimento.