Con la llegada de miles de turistas nacionales al puerto de Acapulco por el puente largo del 21 de marzo, prestadores de servicios turísticos y vendedores ambulantes en las distintas playas, iniciaron con los abusos al rentar toldos y sombrillas con cinco y cuatro sillas hasta en 500 pesos.
De acuerdo a los propios visitantes nacionales que arribaron al puerto desde el día viernes, el pago por las sillas colocadas a la orilla de las playas, fue excesivo, ya que tenían un costo que van desde los 300 a los 500 pesos, por lo que consideraron que es necesario que las autoridades intervengan para evitar que se siga haciendo este tipo de abuso en el puerto.
Ana María Lomelí Tapia, visitante de la Ciudad de México, dijo que Acapulco es un destino de playa al que llegan miles de turistas, sin embargo, consideró que los abusos por parte de los prestadores de servicios turísticos son muy excesivos, y estos deben de evitarse porque de lo contrario, se podría afectar la economía de este destino de playa.
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“En está ocasión muchas familias llegan a Acapulco, con lo justo para gastar en un fin de semana, pagando hotel, alimentación, gasolina y las cuatro o cinco casetas que hay desde México al puerto, y cuando llegas a disfrutar de las playas, te encuentras con los abusos, pagas 300 pesos por las sillas en una sombrilla y en ocasiones si son familias numerosas, se debe de pagar 600 o 900 pesos por dos o tres sombrillas, el precio es muy elevado”, consideró.
Manifestó que las autoridades, deberían de reglamentar el servicio de las sombrillas y los toldos para evitar que se cometa este tipo de abuso no solo a los turistas, sino a los propios acapulqueños que también acuden a las playas en cada fin de semana normal o largo.
Dijo que además del alto costo de las sombrillas, sillas y los todos, estos, se encuentran en muy mal estado, que fuera de ser un beneficio, representan un riesgo porque muchas de las sillas, se encuentran quebradas, amarradas con lazos y alambres.
Mientras que las sombrillas y los toldos, están rotos, son colocados en estructuras metálicas oxidadas, y en muchos de estos ya no son de tela, sino de lona de plásticos rotos y sucios que dan un mal aspecto del puerto.