Con el cambio de semáforo rojo, sólo el 80% de gimnasios, con espacios al aire libre pudieron abrir, mientras que el 20 por ciento se mantienen cerrados debido a que no cuentan con áreas idóneas que exige la Secretaría de salud de Guerrero y como parte de los protocolos sanitarios para operar por lo que es necesario que hagan modificaciones.

El vocero de los propietarios de gimnasios en el estado , Pedro Jiménez dijo que a pesar de que los incluyeron en estos nuevas modificaciones de protocolos con el semáforo rojo, aun tienen limitaciones y sólo les autorizaron un foro del 30 por ciento y no todos los establecimientos de acondicionamiento físico pueden abrir.

Comentó el también empresario, que tuvo que adecuar su gimnasio y tuvo que cambiarse a un lugar más ventilado, “me tuve que ir de mi gimnasio que estaba semi ventilado a otro lugar donde hay una gran ventana porque si no no iba a abrir”.

En entrevista, reveló que el 80 por ciento de los gimnasios pudieron abrir y hay un rezago con otros establecimientos que no pudieron hacerlo porque tienen espacios cerrados con aire acondicionado y “no es viable” y debido a las restricciones se quedaron sin brindar el servicio.

De acuerdo con el Consejo estatal de salud autorizó abrir los gimnasios con un 30% de aforo pero sólo realizar actividades al aire libre.

De acuerdo a los protocolos autorizados y publicados en el diario oficial de Guerrero, quedan suspendida las actividades físicas en salas y áreas de actividades cardiovasculares, aeróbica, crosfit, fit y fitness en lugares cerrados.

Sin embargo en lugares abiertos los gimnasios podrán tener actividades cardiovasculares aeróbicas con un 30% de aforo con uso obligatorio de cubrebocas y con un horario de 07:00 de la mañana a 20:00 horas.

Pedro Jimenez, añadió que los empresarios de gimnasios o salas de crosfit y fitness, ahora tendrán que adaptar sus negocios y volver a invertir.

Añadió que debido a qué hay un repunte en contagios de Covid-19, y también se ha generado una psicosis entre la sociedad y eso les ha generado una baja en sus servicios.

“Yo tengo que dar seguridad a mis clientes en la higiene para que retornen con seguridad y vean que todo los protocolos se cumplan y regresen”.

Dijo que algunas personas tienen miedo de contagiarse y no están acudiendo a los gimnasios porque los han catalogado como lugar de contagio, “pero si usas cubre bocas, careta, gel no tienes problemas”.

Comentó que los empresarios de este sector están muy castigados y muchos ya se acabaron sus ahorros y ya no tienen recurso para seguir abiertos y mucho menos hacer modificaciones a sus áreas de acondicionamiento físico para cumplir la norma de salud y tener espacios al aire libre.