/ lunes 25 de julio de 2022

Surrealismo Político | "Covid amenaza presente"

Parece que la dificultad económica nos arrojó fuera de los hogares donde nos aisló la emergencia de salud del COVID-19 y que, desde dentro, idealizamos nuestra salida a los espacios públicos. Para salir, fue necesario que cruzáramos el umbral de la autorización formal y oficial, en México, del Subsecretario de Promoción de la Salud, Hugo López Gatell que pasó de héroe, casi candidato presidencial, hasta la caída en un desprestigio social y casi profesional, cuya voz se convirtió él en el referente del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

Y, nada. No pasó nada. Las promesas de mantener medidas sanitarias fueron de corto alcance, que al igual que las que se dicen en una campaña política, pasaron al olvido, y el resultado nos mostró que, si como sociedad no nos cuidamos,pagamos todos, como el refrán “pagamos justos por pecadores”.

El COVID regresó y a pesar de que se dice que con menos fuerza por la protección de la vacuna, tenerlo cerca no representa mayor tranquilidad.

La crisis del COVID no se ha superado. Y los mensajes desde la responsabilidad gubernamental no dicen mucho y ayudan menos.

Pero no podemos detener el ritmo de la sociedad que no tiene cómo hacer frente a la necesaria e impostergable necesidad de vivir.

En Guerrero se han presentado casos de suicidio, que si bien los datos escuetos de presentar solo el hecho y no profundizan en la investigación de las circunstancias que condujeron a ese desenlace no se puede generalizar como un detonante la desastrosa economía que vivimos, no es difícil quitarlo del camino para colocar el de problemas amorosos.

La sociedad está lastimada por el COVID y no hay alternativas reales que permitan considerar que la atención de los casos desde los gobiernos es la posibilidad que tengamos como sociedad es la mejor y cada vez crece la percepción de que el programa “Seguro Popular” permitía mejor atención que el proyecto actual que no fue suficiente para atender la emergencia y lo que se mantiene.

El registro oficial de casos, al corte del sábado 23 de julio de 2022 es de 28 mil 539 contagios y 105 fallecidos, a nivel nacional, lo que da como cifras 6 millones 617 mil 393 personas con COVID-19, con 341 mil 086 defunciones,incluidas muertes sospechosas. En tanto Guerrero, que recién estaba en el lugar 31 en cuatro semanas está en la posición 20 de las 32 entidades federativas con 628 nuevos casos, para un total de 109 mil 433 y 6 mil 786 decesos con una defunción en las 24 horas previas al corte de la misma fecha nacional.

Y hacia dónde mirar, si en Guerrero la titular de Salud nos muestra con su actitud que no sabe mucho de administrar un sistema de salud y las fotos la muestran de recorrido en recorrido. Incluso comiendo tranquilamente cuando estalló un paro de trabajadores y uno podría imaginar que si eso sucedía al menos podría estar mostrando que revisaba lo conducente.

Parece que el mensaje final con esas actitudes de no atender los mensajes que emiten de guardar las medidas sanitarias, pero pedirle a la sociedad lo haga, no tiene congruencia. Y finalmente queda en la percepción de que no es grave, hasta que está en casa. Surrealismo?

Parece que la dificultad económica nos arrojó fuera de los hogares donde nos aisló la emergencia de salud del COVID-19 y que, desde dentro, idealizamos nuestra salida a los espacios públicos. Para salir, fue necesario que cruzáramos el umbral de la autorización formal y oficial, en México, del Subsecretario de Promoción de la Salud, Hugo López Gatell que pasó de héroe, casi candidato presidencial, hasta la caída en un desprestigio social y casi profesional, cuya voz se convirtió él en el referente del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

Y, nada. No pasó nada. Las promesas de mantener medidas sanitarias fueron de corto alcance, que al igual que las que se dicen en una campaña política, pasaron al olvido, y el resultado nos mostró que, si como sociedad no nos cuidamos,pagamos todos, como el refrán “pagamos justos por pecadores”.

El COVID regresó y a pesar de que se dice que con menos fuerza por la protección de la vacuna, tenerlo cerca no representa mayor tranquilidad.

La crisis del COVID no se ha superado. Y los mensajes desde la responsabilidad gubernamental no dicen mucho y ayudan menos.

Pero no podemos detener el ritmo de la sociedad que no tiene cómo hacer frente a la necesaria e impostergable necesidad de vivir.

En Guerrero se han presentado casos de suicidio, que si bien los datos escuetos de presentar solo el hecho y no profundizan en la investigación de las circunstancias que condujeron a ese desenlace no se puede generalizar como un detonante la desastrosa economía que vivimos, no es difícil quitarlo del camino para colocar el de problemas amorosos.

La sociedad está lastimada por el COVID y no hay alternativas reales que permitan considerar que la atención de los casos desde los gobiernos es la posibilidad que tengamos como sociedad es la mejor y cada vez crece la percepción de que el programa “Seguro Popular” permitía mejor atención que el proyecto actual que no fue suficiente para atender la emergencia y lo que se mantiene.

El registro oficial de casos, al corte del sábado 23 de julio de 2022 es de 28 mil 539 contagios y 105 fallecidos, a nivel nacional, lo que da como cifras 6 millones 617 mil 393 personas con COVID-19, con 341 mil 086 defunciones,incluidas muertes sospechosas. En tanto Guerrero, que recién estaba en el lugar 31 en cuatro semanas está en la posición 20 de las 32 entidades federativas con 628 nuevos casos, para un total de 109 mil 433 y 6 mil 786 decesos con una defunción en las 24 horas previas al corte de la misma fecha nacional.

Y hacia dónde mirar, si en Guerrero la titular de Salud nos muestra con su actitud que no sabe mucho de administrar un sistema de salud y las fotos la muestran de recorrido en recorrido. Incluso comiendo tranquilamente cuando estalló un paro de trabajadores y uno podría imaginar que si eso sucedía al menos podría estar mostrando que revisaba lo conducente.

Parece que el mensaje final con esas actitudes de no atender los mensajes que emiten de guardar las medidas sanitarias, pero pedirle a la sociedad lo haga, no tiene congruencia. Y finalmente queda en la percepción de que no es grave, hasta que está en casa. Surrealismo?