/ martes 27 de junio de 2023

La participación ciudadana como punta de lanza para la transformación de nuestros entornos

Hola estimada y estimado lector. En esta ocasión quiero referirme a la importancia que tiene tu participación ciudadana en el ámbito político, público o en el que te desarrollas profesional o académicamente hablando. Cuando hablamos de tu participación política, en primera instancia el concepto como tal no se refiere a tu militancia partidista o ideológica, sino al hecho de que como ciudadano o ciudadana confluimos en una serie de acciones que de manera natural generan conflictos propios de la pluralidad del pensamiento y que el espacio para dirimir y/o resolver esos conflictos se llama política.

De tal manera que la política no es propia de partidos políticos sino de lo que a diario hacemos para resolver problemas, ya sea en casa, en el trabajo, la escuela o incluso en nuestra relación marital. Hago énfasis en este concepto porque en reiteradas ocasiones escucho decir, incluso a políticos “experimentados”, que ciertos temas públicos están “politizados”. Por supuesto que están politizados los temas públicos porque normalmente los temas que se discuten públicamente buscan una solución que se resolverá haciendo “política”. Creo yo pues, que ningún ciudadano o ciudadana en el ámbito en el que se encuentre, puede rehuir a ser protagonista político cuando lo que se busca en nuestros entornos sociales es resolver problemáticas diversas.

De tal forma que la participación ciudadana tiene un carácter político pues a través de diferentes formas buscamos incidir para mejora las condiciones que nos rodean o bien, de algún rubro en el que nos dediquemos a través de alguna organización civil que tenga como objetivos específicos el cuidado del medio ambiente o los animales, los derechos humanos, la violencia contra las mujeres, los sindicatos entre otros tantos rubros en los que estamos interesados.

Hablar de participación ciudadana es que cualquier individuo que forma parte de nuestra sociedad se involucre y haga valer sus derechos y obligaciones que se enmarcan en la Constitución Mexicana. Y te preguntaras ¿cómo y cuándo puedo participar? Sencillo: La participación ciudadana se ejerce cuando generas una propuesta en redes sociales para organizarte y atender una situación sensible, cuando te manifiestas públicamente por el aumento de los impuestos, la falta de servicios públicos, cuando vas a votar en los procesos electorales, cuando cuidas tu ciudad no tirando la basura, respetando el reglamento de tránsito, separando la basura, pagando tus impuestos, no promover bajo ninguna circunstancia la corrupción, esto y a otras actividades que se promuevan para mejora de nuestros entorno se le conoce como ciudadanía activa o participación ciudadana.

La participación ciudadana o ciudadanía activa es efectiva en dos escenarios. En primera instancia cuando la mayoría ciudadana se expresa de forma conjunta se pueden lograr grandes transformaciones o paradigmas en nuestra comunidad, los actores públicos representantes populares o gobiernos siempre sucumben cuando la ciudadanía se organiza bajo las leyes establecidas. No obstante, si la primera no funcionara, la supremacía constitucional permite poder fundar y garantizar los derechos de participación ciudadana; tal es el caso de la Ley 684 de Participación Ciudadana del Estado de Guerrero, que establece una serie de mecanismos democráticos que salvaguardan la posibilidad de promover la ciudadanía activa a través de consultas, foros, asambleas populares, revocación de mandado, plebiscito, reelección entre otros elementos que no solo promueven que el ciudadano o ciudadana participa en la cosa llamada pública, sino que mandata a los tres poderes obligatoriedad para que ciertas decisiones sean consensadas con la ciudadanía en general y no solo sea una forma de participar activamente en un día de elección.

Habiendo explicado esto, es mi deseo informarle querida y querido lector que por alguna razón no hemos logrado que la participación ciudadana sea un elemento fundamental para mejorar las condiciones de gobernanza y gobernabilidad para nuestro país, estado o municipio y esto se debe a que no hemos hecho uso de estos elementos que la ley garantiza para mejorar la calidad de la democracia en los procesos que vivimos a diario con nuestros gobiernos en turno.

De hecho, la falta de atención de la ciudadanía en estos temas es tan escasa y el desinterés de la ciudadanía que el último reporte de la calidad de democracia que hace el INE la participación ciudadana en procesos electorales son del 35%. Es decir, en un ejemplo muy sui generis de 10 personas que vivimos en casa solo son tres los que toman las decisiones de lo que se debe hacer en el hogar, transportándolo a la realidad, tenemos un 70% de desinterés por parte de la ciudadanía por inmiscuirse en temas públicas. Dando como resultado la percepción que usted tenga de lo que pasa en nuestra ciudad.

El tema es alarmante, pues en reiteradas ocasiones escucho a la ciudadanía a manifestar su molestia por los gobiernos que no alcanzaron su expectativa, pero qué estamos haciendo por fortalecer los mecanismos democráticos de participación ciudadana que pueden garantizar mejorar los procesos de selección de candidatos en los distintos partidos políticos que coexisten en nuestro sistema de partidos en México.

Me parece que nos hemos preocupado mucho en señalar lo malo, pero no en poner atención en la educación cívica que cada ciudadana, ciudadano, estudiante, madre, padre, hijo debe tener para construir una sociedad en la que podamos sentir confianza por nuestras instituciones.

Hola estimada y estimado lector. En esta ocasión quiero referirme a la importancia que tiene tu participación ciudadana en el ámbito político, público o en el que te desarrollas profesional o académicamente hablando. Cuando hablamos de tu participación política, en primera instancia el concepto como tal no se refiere a tu militancia partidista o ideológica, sino al hecho de que como ciudadano o ciudadana confluimos en una serie de acciones que de manera natural generan conflictos propios de la pluralidad del pensamiento y que el espacio para dirimir y/o resolver esos conflictos se llama política.

De tal manera que la política no es propia de partidos políticos sino de lo que a diario hacemos para resolver problemas, ya sea en casa, en el trabajo, la escuela o incluso en nuestra relación marital. Hago énfasis en este concepto porque en reiteradas ocasiones escucho decir, incluso a políticos “experimentados”, que ciertos temas públicos están “politizados”. Por supuesto que están politizados los temas públicos porque normalmente los temas que se discuten públicamente buscan una solución que se resolverá haciendo “política”. Creo yo pues, que ningún ciudadano o ciudadana en el ámbito en el que se encuentre, puede rehuir a ser protagonista político cuando lo que se busca en nuestros entornos sociales es resolver problemáticas diversas.

De tal forma que la participación ciudadana tiene un carácter político pues a través de diferentes formas buscamos incidir para mejora las condiciones que nos rodean o bien, de algún rubro en el que nos dediquemos a través de alguna organización civil que tenga como objetivos específicos el cuidado del medio ambiente o los animales, los derechos humanos, la violencia contra las mujeres, los sindicatos entre otros tantos rubros en los que estamos interesados.

Hablar de participación ciudadana es que cualquier individuo que forma parte de nuestra sociedad se involucre y haga valer sus derechos y obligaciones que se enmarcan en la Constitución Mexicana. Y te preguntaras ¿cómo y cuándo puedo participar? Sencillo: La participación ciudadana se ejerce cuando generas una propuesta en redes sociales para organizarte y atender una situación sensible, cuando te manifiestas públicamente por el aumento de los impuestos, la falta de servicios públicos, cuando vas a votar en los procesos electorales, cuando cuidas tu ciudad no tirando la basura, respetando el reglamento de tránsito, separando la basura, pagando tus impuestos, no promover bajo ninguna circunstancia la corrupción, esto y a otras actividades que se promuevan para mejora de nuestros entorno se le conoce como ciudadanía activa o participación ciudadana.

La participación ciudadana o ciudadanía activa es efectiva en dos escenarios. En primera instancia cuando la mayoría ciudadana se expresa de forma conjunta se pueden lograr grandes transformaciones o paradigmas en nuestra comunidad, los actores públicos representantes populares o gobiernos siempre sucumben cuando la ciudadanía se organiza bajo las leyes establecidas. No obstante, si la primera no funcionara, la supremacía constitucional permite poder fundar y garantizar los derechos de participación ciudadana; tal es el caso de la Ley 684 de Participación Ciudadana del Estado de Guerrero, que establece una serie de mecanismos democráticos que salvaguardan la posibilidad de promover la ciudadanía activa a través de consultas, foros, asambleas populares, revocación de mandado, plebiscito, reelección entre otros elementos que no solo promueven que el ciudadano o ciudadana participa en la cosa llamada pública, sino que mandata a los tres poderes obligatoriedad para que ciertas decisiones sean consensadas con la ciudadanía en general y no solo sea una forma de participar activamente en un día de elección.

Habiendo explicado esto, es mi deseo informarle querida y querido lector que por alguna razón no hemos logrado que la participación ciudadana sea un elemento fundamental para mejorar las condiciones de gobernanza y gobernabilidad para nuestro país, estado o municipio y esto se debe a que no hemos hecho uso de estos elementos que la ley garantiza para mejorar la calidad de la democracia en los procesos que vivimos a diario con nuestros gobiernos en turno.

De hecho, la falta de atención de la ciudadanía en estos temas es tan escasa y el desinterés de la ciudadanía que el último reporte de la calidad de democracia que hace el INE la participación ciudadana en procesos electorales son del 35%. Es decir, en un ejemplo muy sui generis de 10 personas que vivimos en casa solo son tres los que toman las decisiones de lo que se debe hacer en el hogar, transportándolo a la realidad, tenemos un 70% de desinterés por parte de la ciudadanía por inmiscuirse en temas públicas. Dando como resultado la percepción que usted tenga de lo que pasa en nuestra ciudad.

El tema es alarmante, pues en reiteradas ocasiones escucho a la ciudadanía a manifestar su molestia por los gobiernos que no alcanzaron su expectativa, pero qué estamos haciendo por fortalecer los mecanismos democráticos de participación ciudadana que pueden garantizar mejorar los procesos de selección de candidatos en los distintos partidos políticos que coexisten en nuestro sistema de partidos en México.

Me parece que nos hemos preocupado mucho en señalar lo malo, pero no en poner atención en la educación cívica que cada ciudadana, ciudadano, estudiante, madre, padre, hijo debe tener para construir una sociedad en la que podamos sentir confianza por nuestras instituciones.