Raquel Pankowsky dedicó la última etapa de su vida a hacer reír, porque quería que la recordaran con cariño después de su muerte. Y sin duda así será, pues sus colegas la conciben como una gran profesional, que además fue capaz de construir una excelente parodia de Marta Sahagún.
Dicho personaje llegó de manera fortuita, luego de que comenzó a ver el Canal del Congreso, donde constantemente se informaba del acontecer político. En esa etapa, tuvo un encuentro con Natalia Esperón, quien fue la primera en hacerle ver que se parecía a la exprimera dama.
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Luego de una dura depresión, decidió darle un giro a su carrera, y guiada por esas comparaciones, se puso en los zapatos de dicho personaje. Su debut fue en teatro, al lado de Félipe Nájera, quien interpretaba a María Félix, y posteriormente participó en Desde Gayola y El privilegio de mandar.
En este último compartió créditos con Alfonso Villalpando, que daba vida a Chente Fox, y con quien más tarde presentó la obra La Marta del zorro, protagonizada por la divertida “pareja presidencial”.
En entrevista con El Sol de México, el actor recordó a Raquel como una gran profesional, cuyo trabajo fue clave para el éxito de la puesta, cuya temporada se extendió durante dos años.
“Siempre pensaba nuevas formas de promover la obra, era muy entregada a su trabajo. Como persona era muy solidaria, me ayudó con muchas cosas. Siempre tenía un chiste y pensaba en nuevas formas de hacer reír, convivíamos muy bien”, platicó.
El artista incluso recordó una ocasión en Tijuana, donde se presentaron en un recinto para dos mil personas, pero la demanda fue tal, que trajeron sillas extra para albergar a toda la gente, y fue ahí cuando se percataron del alcance de la obra.
Esta interpretación le abrió a la actriz las puertas de muchos proyectos de teatro, entre ellos El chofer y la señora Daisy, Cómo envejecer con gracia, Los locos Adams y Maduras, solteras y desesperadas.
Según ella misma confirmó en varias entrevistas, fue gracias a ello que retomó el curso de su carrera, y pudo finalmente consolidarse en el mundo artístico.
Su debut se había dado desde que iba en la secundaria, al ser invitada como extra en una compañía conformada por actores como Patricio Castillo, Claudio Obregón y Héctor Ortega, pero fue hasta la edad adulta cuando su carrera despegó.
Alfonso narró que cuando fue invitado por la productora Carla Estrada a sumarse a El privilegio de mandar, él nunca había hecho parodia, por lo que el apoyo de su compañera, quien ya llevaba un tiempo imitando, fue crucial para construir su propia versión de Vicente Fox.
“Me ayudó mucho a definir el personaje, y cómo quería hacerlo”, platicó. “La voy a recordar con mucha alegría, porque a pesar de que ya se sentía enferma, mantuvo una actitud de echarle para adelante, y disfrutaba mucho estar viva”.
Raquel falleció a los 69 años, por causas hasta el momento desconocidas. Sus restos fueron velados en una funeraria ubicada al norte de la Ciudad de México.
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