Pierre Benedetti un técnico ambiental de la Oficina Nacional de Caza y Vida Silvestre de Francia (ONCFS) ha descubierto un gato-zorro, (nombre que los lugareños le pusieron), una especie natural que es conocida pero que no está identificada científicamente.
Por más de una década los científicos han tratado de seguirle la pista a esta nueve especie y hasta ahora pudieron estudiarlo, poniéndolo cara a un animal que consideraban simplemente una leyenda.
Todo inició cuando en la Isla mediterránea de Córcega un gato-zorro quedó atrapado de manera accidental dentro de un gallinero en el 2018 y cuando fue liberado, el rumor corrió como pólvora entre investigadores, quienes comenzaron a colocar trampas en ciertos lugares de la zona para poder extraer muestras de ADN.
Para el 2012 lograron conseguir algunos mechones de piel, obteniendo como resultado que su ADN se encontraba cercano al del gato del bosque africano, pero su identidad exacta no podía ser determinada.
En el 2016 consiguieron atrapar al animal y desde entonces, localizaron a 16 más de los cuales 12 fueron capturados; a cada uno de ellos les colocaron un chip electrónico para rastrear sus movimientos y descubrieron que los gatos se mueven por todas partes, incluso logran subir hasta 2.500 metros de altitud.
Otro dato que los científicos han obtenido es que el gato-zorro podría llevar cerca de 6.500 años viviendo en Córcega, lo que significa que el origen de esta especie podría estar en Medio Oriente; habrá que esperar algunos años más quizás para conocer más información del animal.