Una de cada tres mujeres será objeto de alguna forma de violencia a lo largo de su vida, incluidas las formas digitales, que tienen multitud de caras y que suponen una preocupación creciente, mientras los gobierno buscan atajarla con medidas como la lucha contra el “stalkerware” y el espionaje de dispositivos digitales dentro de la pareja.
Las formas más habituales de violencia digital contra mujeres y niñas incluyen el ciberacoso, los insultos, la pornografía no solicitada, la extorsión sexual, las amenazas de violación, la difusión de datos privados, la llamada pornografía por venganza, entre otras acciones, como recoge Instituto Europeo de la Igualdad de Género.
En su estudio “Ciberviolencia contra mujeres y niñas”, EIGE señala que "existe un fenómeno creciente que afecta de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas, con graves repercusiones en la vida real de las víctimas".
Más aún, los datos que recoge señalan que una de cada tres mujeres será objeto de alguna forma de violencia a lo largo de su vida, y que se estima que una de cada diez mujeres ya ha sufrido alguna forma de ciberviolencia desde los 15 años de edad.
Según el estudio, siete de cada diez mujeres que han sufrido ciberacoso también han sufrido al menos una forma de violencia física o sexual por parte de su pareja.
El 71% de los maltratadores domésticos vigila las actividades “online” de las mujeres, y el 54% rastrea los teléfonos de las víctimas con software de tipo “stalkerware”, según datos compartidos por Kaspersky.