La señora Alicia Pérez, originaria de la comunidad de Pantla municipio de Zihuatanejo de la región de la Costa Grande de Guerrero, heredó la sazón de su madre María de Jesús Villegas, mejor conocida como doña “Chucha”, quien en los años 50 inicio su restaurante.
Su primer guiso lo preparó a la edad de los 7 años, cuando cocinó un caldo de langostinos pescados del río que tienen en la zona.
“Recuerdo que al señor que se lo llevé me dijo hija ven está muy rico tu caldo, pero le faltó sal, pero no te preocupes ya le puse, a esa edad ya ponía yo frijoles, ya limpiaba el nixtamal”.
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El restaurante heredado por su madre, a la cual le está muy agradecida por haberle dejado ese legado cuando inició y en 1953 se llamaba “El Manguito”, hoy se le conoce como “El Mesón de Licha”, donde su principal comida es el puerco en frito, aporreadillo y el pozole verde, blanco y para el rojo prepara una salsa aparte.
“La gente saborea y disfruta de todos los platillos en especial la carne de puerco en frito y el aporreadillo la cual todavía lo preparamos con la carne cecinada, machacada, asoleada, salada, deshebrada, y con su salsa molcajeteada. Para el pozole rojo ya no lo guiso como antes ahora preparo una salsa roja aparte y que cada quien le ponga a su gusto porque a muchos les hace mal, les irrita”.
Doña Licha aprendió a cocinar solo observado todo lo que hacía su madre “Chucha Villegas”, ya que ella siempre guisaba a las prisas por ser muy desesperada, y por ello nunca le enseñó.
“Yo desde pequeña aprendí a traer el maíz de la milpa, desde deshojarlo, desgranarlo, poner el nixtamal, prender la lumbre siempre hemos tenido chimenea, metate, molino, molcajete, como antes se preparaban los alimentos de manera artesanal”.
Ella estudió una carrera de Comercio, la cual ejerció por determinados años, se casó a los 25 años, pero continuo en la casa materna donde con el paso de los años concibió a 2 mujeres y 2 hombres, de los cuales todos heredaron el gusto por la cocina.
Hoy tiene la dicha de ser abuela de 5 nietos y de una bisnieta la cual viene en camino y espera con mucha ilusión.
El día de la señora Alicia inicia a las 6 del mañana y concluye a las 6 de la tarde, tras lo cual pasa el resto del día viendo la televisión o disfrutando de los hijos de sus hijos.
Como la mayoría de las expertas en la cocina tiene sus secretos para darle esa sazón especial a cada platillo, sin embargo, ella no tiene medidas por cucharadas u onzas, sino que lo hace al tanteo y solo utilizando sus manos.
“Cuando me piden la receta de ciertos platillos les digo ven para que veas que tanto le pongo porque yo no sé medir lo hago así de puñitos, solo chaz, chaz y chaz de allá para acá”, narró a carcajadas.
