¿Podría un acto tan sencillo como un parpadeo tener tanta importancia en nuestra conversación?
A pesar de que esta parezca una acción bastante insignificante es parte de nuestra comunicación no verbal y por ende claro que tiene una función y significado para lo que decimos o cómo lo decimos.
Así se demuestra en una nueva investigación, liderada por el científico Paul Hömke, la cual sugiere que los humanos perciben el parpadeo como señales no verbales cuando se entablan una conversación. Se dice que los humanos parpadeamos unas 13.500 veces en promedio al día y no sólo lo hacemos para lubricar los ojos sino para regular pausas en las conversaciones.
Como método para comprobar esta hipótesis, los investigadores crearon un entorno de realidad virtual en el que los voluntarios sostendrían una conversación con un avatar que actuaba como oyente. Los voluntarios respondieron a preguntas cotidianas, mientras los investigadores controlaban las respuestas no verbales del avatar, usando parpadeos cortos y largos mientras monitoreaban también los efectos en las respuestas de los participantes.
Los resultados fueron sorprendentes y es que los voluntarios dijeron no haber percibido cambios en la duración de cada parpadeo del avatar, mas lo registrado por el equipo de investigadores fue otro, ya que detectaron que las respuestas de los participantes resultaban ser más cortas en los parpadeos largos.
A través de este estudio los autores de esta investigación concluyeron que “uno de los movimientos humanos más sutiles, el parpadeo, parece tener un efecto sorprendente en la coordinación de la interacción humana cotidiana”.