Su reciente lesión en el brazo no le impide dejar de competir, María Eugenia Wallss, conocida como la Sirena de Acapulco y a sus 85 años de edad se prepara para nadar dos kilómetros en aguas abiertas en Puerto Marqués

Desde hace 27 años María Eugenia se ha convertido en una nadadora profesional y mundial, donde ha impuesto record y ha ganado 2 mil 600 medallas tanto nacionales, internacionales y siete del campeonato mundial.

También le han otorgado en sus 27 años como nadador más de 3 mil reconocimientos al participar en Olimpiadas y maratones nacionales e internacionales.

En la pared de su casa, se observa un tapiz de reconocimientos, medallas y premios en su carrera como nadadora.

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Maru o Miss, como la conocen sus amigos y alumnos , dice que le falta ir a una competencia mundial para romper récord Guinness ante las más de 2 mil 600 medallas que ha recibido.

Pero la falta de recursos le ha impedido salir a esas competencias de aguas abiertas que se han realizado en otros países, y es, que además desde hace 20 años, el ex gobernador de Guerrero Zeferino Torreblanca Galindo le retiró su beca deportiva.

Dijo que ella tiene una meta, el cual es derrotar a Maru Walls para demostrar que si ha entrenado y ha cambiado sus técnicas de nadado y seguir compitiendo.

La Miss y la nadadora master con mas medallas, participa en competencias locales y además da clases de natación a niños y adultos en su domicilio.

Del 26 al 30 de Junio del presente año a la Miss Maru Walls le rendirán un segundo homenaje y como parte del 37 Aniversario de la Convivencia de los Hombres de la Mar.

A pesar de que tiene un brazo lastimado, desde hace 15 días estuvo nadando con un solo brazo pero ya éste lunes empezó a usar los dos brazos y además se hizo más de 2 mil 800 ejercicios con pesas y estar lista para nadar 2 mil kilómetros en aguas abiertas.

Maru Walls, dice que ha derrotado a muchos hombres en vencida de brazo como a Félix Salgado y al ex presidente de México, Enrique Peña cuando vino e inauguró el macro túnel.

A pesar de ser una excelente nadadora, María Eugenia se ha encontrado con riesgos en la competencia, como fue precisamente en el mar de Manzanillo, Colima donde en un 1 kilometro de los 8 que tenía la competencia se encontró con una oleada de malaguas.

Y además ha sufrido golpes entre las rocas, raspones y cuando se juntan los nadadores en una competencia grande como la del Maratón Guadalupana que se realiza en la bahía de Acapulco, tiene que evitar a los nadadores para sobre vivir y no salir lastimada.

Su disciplina, constancia y dedicación han hecho de ella un ejemplo a seguir para muchos Acapulqueños y ha recibido también el reconocimiento como hacedora de la historia.

María Eugenia, recuerda que una caída le ocasionó una fractura en la cabeza y daño en sus tres últimas vertebras y los médicos le pronosticaron que estaría en silla de ruedas o le cortarían una parte del cráneo para ponerle una placa, sin embargo ella no lo permitió y decidió dedicarse a la natación para recuperarse.

Relató que ella empezó a entrenar con el profesor y campeón olímpico en natación, Joaquín de la Peña, pero ella adquirió una velocidad fuera de lo común al ser una persona mayor que ahora la ha llevado a participar en competencias nacionales e internacionales de natación.

Ha viajado a varios países como a Perú, Brasil, San Paulo y Río de Janeiro, Puerto Rico, Florida y Portland Oregón a participar en Olimpiadas y maratones de aguas abiertas y ha sido considerada la mujer que ha ganado más record en la república mexicana en natación.

Recordó que por sus 80 años de edad hizo mil 500 abdominales en el malecón del zócalo de Acapulco y nadie la aguanto y a sus 81 años de edad fue nadar del Asta bandera a la playa Tlacopanocha.

Originaria de Pinotepa Nacional, Oaxaca, María Eugenia es también protector del medio ambiente y en la Isla de la Roqueta ha reforestado árboles.

Pidió que cuando ella muera, sus cenizas sean depositadas en los árboles que sembró en la Isla de la Roqueta y además ha compuesto una canción que lleva por nombre “Yo quiero un Árbol”, el cual le gustaría que la cantarán cuando ella deje de existir.

La Sirena de Acapulco, aseguró que le gustaría ser reconocida como parte de la historia de Acapulco, pero una historia buena, bonita y positiva y seguir dejando huella.