Melómano, lector, diseñador de mobiliario y urbanista, fueron algunos de los aspectos que presentaron un retrato más intimo del arquitecto Teodoro González de León, en el homenaje que le rindió en El Colegio Nacional del que fue miembro y donde hizo algunos trabajos de remodelación, en los cuales mostró su "devoción por trabajar manual y artesanalmente el espacio", contó Juan Villoro, presidente de la institución y quien moderó el evento junto con Javier García Diego.
Con la presencia de familiares, amigos y público en general, el acto se realizó con la participación de los arquitectos Miquel Adrià, Bernardo Gómez Pimienta, Fernanda Canales, Felipe Leal, así como Francisco Santos y Micaela Chávez Villa, quienes hablaron de virtudes conocidas y también inéditas de quien junto con Abraham Zabludovsky, remodeló el Auditorio Nacional.
Antes, se realizó la proyección del documental Teodoro en concreto, del director Emilio Maillé, quien no pudo asistir al homenaje por encontrarse fuera del país. En este trabajo audiovisual, que se hizo durante los últimos meses de vida del arquitecto, se siguen sus pasos en México y distintos países. También se destacan sus grandes aficiones, como la música, la literatura, el arte y por supuesto la arquitectura.
Esa vocación, por la naturaleza, la forma y el espacio, hizo que González de León, en su juventud, se trasladara a París, Francia para aprender de Le Corbusier, trascendió durante el reconocimiento, donde se develó una pintura de Roberto Rébora, para la que el propio arquitecto posó, informó Villoro quien también evocó que en El Colegio Nacional se le hizo un homenaje al arquitecto por su 90 aniversario.
“Ahí aprovechó para hablar de sus maestros, en lugar de sobre sí mismo” recordó el escritor. Por su parte, Miquel Adrià, manifestó que el legado del homenajeado fue “su tenacidad, las oportunidades, el rigor conceptual y constructivo que hicieron posible una obra contundente y original, monumental y única, mexicana y universal. Cada creación suya es un capítulo de la historia reciente, de un modo de hacer y entender la arquitectura”.
Después el arquitecto Gómez Pimienta, de quien se comentó es Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa y primer arquitecto mexicano nombrado integrante de la Academia de Arquitectura de Francia, destacó la faceta diseñador de mobiliario de González de León y mostró algunas imágenes de las sillas creadas por el homenajeado quien trabajaba en estas piezas como en un laboratorio a escala donde poder experimentar soluciones arquitectónicas.
En su oportunidad, la arquitecta y proyectista Fernanda Canales señaló “la curiosidad, la inquietud incansable y el interés inacabable por la ciudad del homenajeado y la ocasión sirvió para que la profesionista hablara de la obra escrita de Teodoro quien nunca se consideró crítico ni escritor, explicó la ponente. Posteriormente, Felipe Leal, arquitecto y urbanista, se refirió a su colega como un hombre cuya máxima pasión fue la ciudad y el arte, su religión.
Finalmente, García Diego dijo que el arquitecto homenajeado fue “renacentista, y a la vez profundamente contemporáneo” y también comentó que éste había hecho un proyecto para el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que desafortunadamente no salió seleccionado.
