En México a tres bandas (Grijalbo, 2020), los autores recorren la historia nacional en ocho capítulos, del México prehispánico al siglo XX. Cada capítulo es abordado por los tres, lo que brinda al lector la posibilidad de conocer un mismo periodo desde distintos puntos de vista.
En los textos dedicados a Benito Juárez, por ejemplo, Pedro J. Fernández describe el contexto en el que Juárez se enfrentó al Segundo Imperio. “Napoléon III no tardó en enviar a la pareja que había de estar a cargo de su loca imposición: Maximiliano de Habsburgo y Carlota de Bélgica. Y los dos habrían estado muy felices si hubieran podido deshacerse de esa piedra en el zapato llamada Benito Juárez”, escribe.
En tanto, Lepoldo Mendívil, narra cómo los franceses “se clavaron” en México, “con el pretexto de una deuda tonta; el 10 de junio de 1863 ya había un general francés mandando en México como si fuera una colonia de Francia y el presidente mexicano Juárez andaba saltando en fuga”.
Y Juan Miguel Zunzunégui recuerda que, “al emperador francés le preocupaba mucho, desde tiempo atrás, la impresionante expansión de Estados Unidos, y pensaba que era menester apoyar a un país existente o crear uno, que llegara a ser lo suficientemente fuerte para frenar a Estados Unios. En 1848 quedó claro que México, por lo menos ese México, no era la opción”.
La visión periférica de los acontecimientos y una narrativa que engancha al lector como si estuviera sentado en una butaca de cine, recuerdan que, tal como escribe Leopoldo Mendívil, “la historia que no sirve para mejorar el futuro no sirve para nada”.
LA RESPUESTA, EN LA HISTORIA
La figura de Joel Roberts Poinsett, quien fue embajador de Estados Unidos en México, es el centro del análisis que hace Mendívil de los distintos periodos históricos de México. Poinsett boicoteó los planes de desarrollo de Lucas Alamán, “un visionario que industrializó al país” y, según el autor, trazó el camino de la relación de México con Estados Unidos, marcada por la sumisión del país ante la potencia mundial.
“Mientras no nos demos cuenta que seguimos en una situación de subordinación con Estados Unidos, seremos siempre su patio trasero, como decía Adolfo Aguilar Zínser”, advierte en entrevista el autor de otros títulos como Secreto Maximiliano, Secreto 1910, o Secreto Pemex, éste último de próxima aparición.
Y abunda: “Los Estados Unidos eran los gatos de Inglaterra hasta que alguien dijo ‘se acabó’, ese fue Thomas Jefferson. Antes, Inglaterra eran los gatos de los vikingos y Alfredo el Grande dijo ‘hasta aquí’. Todos los países han vivido en un sube y baja a lo largo de la historia y en México se tiene la noción de que así nos tocó, ser los gatos de Estados Unidos, y no, más nos vale no creerlo”.
Joel Roberts Poinsett, explica Mendivil, “es protagonista de éste y otros libros míos por su relevancia en la historia de México, se le fue a la yugular a Lucas Alamán, su idea era boicotearlo y lo logró. México a tres bandas habla de eso, con el objetivo de que aprendamos la lección e intentemos hacer algo diferente”.
La lección a la que se refiere el escritor, es que, gracias al intervencionismo extranjero, históricamente México ha estado, tal cual, en el hoyo.
“129 millones de mexicanos nos hacemos la misma pregunta, ¿cómo es posible que si somos un país con tantos recursos para ser rico, seamos pobres?”, comparte.
“El 95% de los países del mundo son pobres y sólo un 5% acumula la riqueza. Yo he dedicado años a estudiar cómo México va subiendo y bajando en las gráficas mundiales respecto a la riqueza y siempre ha estado como en el lugar 15. Tuvo su momento pico en 1982 con López Portillo por la bonanza del petróleo, pero, si tenemos recursos, ¿por qué somos pobres? La historia es la que aporta estas explicaciones”.
A CAMBIARLO TODO
Leopoldo Mendívil admite que no fue sencillo trabajar este libro a seis manos. “Tuvimos discusiones tremendas porque yo sí pienso que parte de la explicación está en que desde que comenzó el país a existir hace más de 200 años, hubo una injerencia brutal por parte de otras potencias, como Estados Unidos e Inglaterra para mantenernos estupidizados y tener el país infestado de espías, afectando sus decisiones”.
El actual gobierno comenzó con una tirante relación con Estados Unidos y en meses recientes, particularmente en temas de migración y seguridad, parece que se ha suavizado, advierte el autor. Pero para él, los intereses estadounidenses siguen estando por encima de los de México en su relación bilateral.
“Estamos en el bolsillo de los Estados Unidos, estoy convencido. Es increíble, pero cuando Adolfo Aguilar Zínser era embajador de México ante la ONU y estaba en el centro del huracán mientras George W. Bush presionaba al entonces presidente Vicente Fox para que México respaldara a Estados Unidos en la Guerra de Irak, dijo eso de que somos ‘el patio trasero de Estados Unidos’, o que así es como ellos nos veían. Y Aguilar Zínser murió en un accidente, a pocos días de decir esa frase, tal vez no haya sido por decirla, pero sí por ser el rebelde que trató de hacer las cosas al estilo de Lucas Alamán”.
La explicación de por qué estamos así, nos lo dice la historia, reitera. “Si los jóvenes hoy supieran cómo fue que en el pasado nos metieron el pie otros países, en especial Estados Unidos, y si nosotros aprendiéramos las técnicas que ellos utilizan para controlar a otras naciones, imagínate el poder que tendríamos, bastaría con 10 mil, ellos hacen la transformación, convertirían a México en una potencia. Y yo no dudo que eso llegará a suceder, si conocemos la historia, las causas de las cosas, podemos cambiarlo todo”, concluye.
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