A mi hermano Néstor, gran productor, por su cumpleaños y el Día de la Libertad de Expresión.
La cumbia y el merengue fueron los géneros musicales que aderezados con una visión crítica de humor de la política, dieron forma a la vida artística de Francisco “chico” José “Che”, un compositor autoproclamado tabasqueño, pero nacido en el otrora llamado Distrito Federal (hoy CDMX) en 1945, pero de padres de esa entidad del sureste de México, influyeron en su creación artística. Que no fue fácil, ya que antes de llegar al grupo “La Crisis” en 1968, había incursionado con “los temerarios de Chico Che”, también conocido como “Los temerarios de Tabasco”, y otro más llamado “los 7 modernistas”, con quien se presentó en varias ocasiones en hoteles del Puerto de Acapulco.
En 1989, en la plenitud de su carrera artística, Chico Ché muere en la Ciudad de México, y su peculiar vestimenta, un overol y camisolas, el pelo largo, alborotado y sus lentes de gafa negra, siguen representando su estilo. Un estilo musical que, según se ve, también ha influido en el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que lo ha citado en su más reciente gira de trabajo, tras guardar una difícil cuarentena, y ha traído a cuentas, a propósito del temporal de lluvias que llegó con la Tormenta Tropical “Cristóbal” a dejar deslaves, inundaciones, afectaciones a casa habitación, y cuya respuesta ha sido “Ya parará”.
En Guerrero, en el 2013 cuando llegaron “Ingrid” y “Manuel”, la tormenta tropical y el Huracán que dejaron afectaciones consideradas como un revés de 20 años al desarrollo que cursaba, mereció una atención especial por parte del Gobierno Federal con una inversión de dos mil millones de pesos para atender lo grave de la situación que prevalecía en la entidad.
En septiembre de 2013, la noche que tocaron las puertas con una lluvia persistente, no parecía agarrar a la entidad sin preparación. Pero la gran solidaridad ciudadana prevaleció por sobre la acción de gobierno, así como en 1997 cuando el Huracán “Paulina” golpeó Acapulco y a la Montaña. Aunque el recuerdo se centra en el puerto, turístico por excelencia, del país, y es recordado como uno de los más destructivos y como Ingrid y Manuel, también los más costosos. Para esta temporada de lluvias, el Servicio Metereológico Nacional considera para el Pacífico 22 fenómenos Naturales. Entre estas 11 tormentas tropicales, 5 huracanes categoría 1 y 2, así como 4 huracanes categorías 3, 4, y 5.
Si el tema del COVID-19 mantiene en el Semáforo de color rojo a la entidad considerándola de riesgo alto, y poco ayudan funcionarios de la Secretaría de Salud que en lugar de pregonar con su actitud a la atención de los protocolos urgentes y necesarios para preservar la vida y no suspenden festejos, ni en San Marcos ni en Ometepec, como enfrentará el Gobernador la temporada de lluvias?. Guerrero no solo es una entidad de gran belleza y de aporte a la historia del país. También en su belleza hay amenaza, como sus zonas de riesgo sísmico.
Si bien los sismos no se pueden predecir, la temporada de lluvias trae consigo dengue, zika, chincungunya, viene la Influenza y está enfrentando el Coronavirus. Que tan fuerte o que tan vulnerable está la entidad? Parece que el segundo semestre de 2020, también viene con grandes retos para el Gobernador Héctor Astudillo que cursa ya, su último año de gobierno. Ojalá la dirección en la atención vaya más allá de la coloquial respuesta para cuando llegue la lluvia “ya parará”.
