/ martes 16 de agosto de 2022

¿Y la recuperación turística? ¿Para cuándo?

El sector turístico indudablemente es un motor que impulsa el desarrollo social y el crecimiento económico de diversas regiones de nuestro país, mismo que representa cerca del 9% del Producto Interno Bruto nacional, hecho que lo lleva a posicionarse como una de las principales actividades económicas del país.

Sin embargo, tanto la pandemia de Covid-19 como erróneas decisiones gubernamentales han concretado un duro revés a la denominada industria sin chimeneas. Pues es imposible que con la caída del 2% de la economía en 2020, el turismo no haya sufrido un atroz golpe que dejó a cientos de miles de familias desamparadas.

Ello sin perder de vista que, desde el inicio de la actual administración pública federal, el potencial turístico fue en detrimento hasta llegar a puntos inconcebibles, con deplorables acciones que, al clamor de mal aplicados criterios de austeridad, desaparecieron por completo programas y estrategias públicas que eran de gran utilidad como lo es la promoción turística.

Aunado con lo anterior, el Gobierno ha hecho caso omiso al desarrollo de proyectos de infraestructura viables, productivos, ecológicos,innovadores y fructíferos para el turismo; en su lugar, ha preferido afectar el medio ambiente que llena de riqueza y diversidad a nuestra nación.

El Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles son las mejores cartas que el gobierno de la denominada 4T ha puesto sobre la mesa para poner a México como una nación vanguardista; no obstante, pareciera que se trata más bien de obras faraónicas que miran hacia el pasado y desaprovechan mejores oportunidades con alcances para todas las regiones que se pudieran poner en marcha.

Y si bien es cierto que la Secretaría de Turismo del gobierno federal ha tenido este año el mayor presupuesto de su historia,también lo es que el 96% del mismo está etiquetado para el Tren Maya, que tantos atropellos ha ocasionado en múltiples factores.

Mientras eso pasa, los datos se dan a conocer y son alarmantes, pues el turismo ha tenido la mayor caída en su historia contemporánea. Tan solo en 2020 se dejó de recibir a más de 20 millones de turistas extranjeros, lo que supuso una caída del 46% con respecto a 2019. En 2021 el ingreso de turistas internacionales a México mantuvo niveles más bajos que en 2019, lo que implicó una caída del 20.7% en la derrama económica. Y si bien, pareciera que este año comienza a despegar la actividad, aún sigue sin encaminarse a los niveles que desearíamos.

De acuerdo con cifras oficiales, el turismo genera en México cerca de 5 millones de empleos, aunque cientos de miles de ellos se perdieron ya la fecha no se han recuperado, acabando así con el sustento de miles de familias.

Por ello, es apremiante poner al turismo al centro, comenzar a hacer un cambio verdadero y exigir una mayor atención, responsabilidad y congruencia por parte del gobierno federal, destinando un mayor presupuesto a la promoción turística, al tiempo de mejorar la infraestructura pública e incentivar el desarrollo de la privada.

Así, apostando productivamente por el turismo se impulsará a la vez la reactivación económica del país y se dará un revés a la pobreza. Es momento de realizar todo lo que esté en nuestras manos por el sector, para que vuelva a poner a México como líder mundial y otorgar grandes beneficios para todas las personas.

*Senador de la República

@manuelanorve

El sector turístico indudablemente es un motor que impulsa el desarrollo social y el crecimiento económico de diversas regiones de nuestro país, mismo que representa cerca del 9% del Producto Interno Bruto nacional, hecho que lo lleva a posicionarse como una de las principales actividades económicas del país.

Sin embargo, tanto la pandemia de Covid-19 como erróneas decisiones gubernamentales han concretado un duro revés a la denominada industria sin chimeneas. Pues es imposible que con la caída del 2% de la economía en 2020, el turismo no haya sufrido un atroz golpe que dejó a cientos de miles de familias desamparadas.

Ello sin perder de vista que, desde el inicio de la actual administración pública federal, el potencial turístico fue en detrimento hasta llegar a puntos inconcebibles, con deplorables acciones que, al clamor de mal aplicados criterios de austeridad, desaparecieron por completo programas y estrategias públicas que eran de gran utilidad como lo es la promoción turística.

Aunado con lo anterior, el Gobierno ha hecho caso omiso al desarrollo de proyectos de infraestructura viables, productivos, ecológicos,innovadores y fructíferos para el turismo; en su lugar, ha preferido afectar el medio ambiente que llena de riqueza y diversidad a nuestra nación.

El Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles son las mejores cartas que el gobierno de la denominada 4T ha puesto sobre la mesa para poner a México como una nación vanguardista; no obstante, pareciera que se trata más bien de obras faraónicas que miran hacia el pasado y desaprovechan mejores oportunidades con alcances para todas las regiones que se pudieran poner en marcha.

Y si bien es cierto que la Secretaría de Turismo del gobierno federal ha tenido este año el mayor presupuesto de su historia,también lo es que el 96% del mismo está etiquetado para el Tren Maya, que tantos atropellos ha ocasionado en múltiples factores.

Mientras eso pasa, los datos se dan a conocer y son alarmantes, pues el turismo ha tenido la mayor caída en su historia contemporánea. Tan solo en 2020 se dejó de recibir a más de 20 millones de turistas extranjeros, lo que supuso una caída del 46% con respecto a 2019. En 2021 el ingreso de turistas internacionales a México mantuvo niveles más bajos que en 2019, lo que implicó una caída del 20.7% en la derrama económica. Y si bien, pareciera que este año comienza a despegar la actividad, aún sigue sin encaminarse a los niveles que desearíamos.

De acuerdo con cifras oficiales, el turismo genera en México cerca de 5 millones de empleos, aunque cientos de miles de ellos se perdieron ya la fecha no se han recuperado, acabando así con el sustento de miles de familias.

Por ello, es apremiante poner al turismo al centro, comenzar a hacer un cambio verdadero y exigir una mayor atención, responsabilidad y congruencia por parte del gobierno federal, destinando un mayor presupuesto a la promoción turística, al tiempo de mejorar la infraestructura pública e incentivar el desarrollo de la privada.

Así, apostando productivamente por el turismo se impulsará a la vez la reactivación económica del país y se dará un revés a la pobreza. Es momento de realizar todo lo que esté en nuestras manos por el sector, para que vuelva a poner a México como líder mundial y otorgar grandes beneficios para todas las personas.

*Senador de la República

@manuelanorve