/ lunes 7 de enero de 2019

Violeta del Anáhuac

Libertad, Igualdad, Fraternidad, no sólo constituyen una declaración para un país, Francia, es un principio fundamental que tras la Segunda Guerra Mundial, es buscada su aplicación y respeto por la Organización de las Naciones Unidas a los derechos y libertades de todos los seres humanos.

Por ello cuando los países se reúnen convocados por la Organización de las Naciones Unidas para signar compromisos como Declaraciones Universales, no sólo es para mostrar que existe interés en que esos derechos sean inalienables, sino que dentro de cada Nación, sean observados, cuidados, preservados. Cuando no es así, esos países son observados y calificados negativamente.

Parece que esa calificación no ha hecho mella en lugares donde no sólo no se respetan esos derechos humanos, sino cuando son visibles los daños que se han presentado a los habitantes. Porque finalmente, quedan sujetos a la voluntad de quien ostenta el poder.

Nuestro país ha sido considerado como el Hermano Mayor de Naciones centroamericanas. Su historia también ha inspirado a otras a emular acciones para preservar libertades y derechos. Aunque ha ido perdiendo ese rango.

Vuelve a colocarse en el ámbito del asombro en una declaración que vierte el Presidente Andrés Manuel López Obrador cuando nuestro país, a través de su representante, no firma la Declaración de Lima para conminar al Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a no asumir la reelección al cargo de Presidente que ostenta, este jueves 10 de Enero, por considerar ilegítimos los comicios presidenciales realizados con graves señalamientos el 20 de Mayo de 2018.

Dice bien el Presidente AMLO cuando a diferencia de países como Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía, que firman la Declaración de Lima, señalando que obedece a “un principio de no intervención en asuntos internos de otros países”, pero pasa por alto que desde el 2013 que Nicolás Maduro asumió el Poder la caído la actividad económica y han abandonado el país por la hambruna que existe más de 4 millones de venezolanos.

En esta ocasión, como cuando asumió el Mandato Presidencial el 1 de diciembre del 2018, el Presidente López Obrador, no escuchó los llamados de organizaciones de derechos humanos que pedían no fuera invitado y no acudiera a su Toma de Protesta. Nicolás Maduro acudió, si bien se cuidó de no estar en la Sede del Poder Legislativo, si lo hizo en Palacio Nacional y de su presencia tanto en la Cena como en la foto oficial, se observó que no hay un parámetro externo que influya en el Mandatario, que el criterio que aplica es el propio, el suyo, el de él.

Si bien la No intervención en asuntos de otros países es bueno. También la No Intervención obliga a quien toma esa bandera a no formular reconocimiento positivo alguno sobre un Mandatario que ha violado flagrantemente los derechos elementales de los habitantes de su país.

Ahora viene el otro mensaje que acompaña esta declaración presidencial “que no influyan –otros países- en la decisión de los mexicanos”. Éste mensaje es un preludio para qué…?

Libertad, Igualdad, Fraternidad, no sólo constituyen una declaración para un país, Francia, es un principio fundamental que tras la Segunda Guerra Mundial, es buscada su aplicación y respeto por la Organización de las Naciones Unidas a los derechos y libertades de todos los seres humanos.

Por ello cuando los países se reúnen convocados por la Organización de las Naciones Unidas para signar compromisos como Declaraciones Universales, no sólo es para mostrar que existe interés en que esos derechos sean inalienables, sino que dentro de cada Nación, sean observados, cuidados, preservados. Cuando no es así, esos países son observados y calificados negativamente.

Parece que esa calificación no ha hecho mella en lugares donde no sólo no se respetan esos derechos humanos, sino cuando son visibles los daños que se han presentado a los habitantes. Porque finalmente, quedan sujetos a la voluntad de quien ostenta el poder.

Nuestro país ha sido considerado como el Hermano Mayor de Naciones centroamericanas. Su historia también ha inspirado a otras a emular acciones para preservar libertades y derechos. Aunque ha ido perdiendo ese rango.

Vuelve a colocarse en el ámbito del asombro en una declaración que vierte el Presidente Andrés Manuel López Obrador cuando nuestro país, a través de su representante, no firma la Declaración de Lima para conminar al Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a no asumir la reelección al cargo de Presidente que ostenta, este jueves 10 de Enero, por considerar ilegítimos los comicios presidenciales realizados con graves señalamientos el 20 de Mayo de 2018.

Dice bien el Presidente AMLO cuando a diferencia de países como Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía, que firman la Declaración de Lima, señalando que obedece a “un principio de no intervención en asuntos internos de otros países”, pero pasa por alto que desde el 2013 que Nicolás Maduro asumió el Poder la caído la actividad económica y han abandonado el país por la hambruna que existe más de 4 millones de venezolanos.

En esta ocasión, como cuando asumió el Mandato Presidencial el 1 de diciembre del 2018, el Presidente López Obrador, no escuchó los llamados de organizaciones de derechos humanos que pedían no fuera invitado y no acudiera a su Toma de Protesta. Nicolás Maduro acudió, si bien se cuidó de no estar en la Sede del Poder Legislativo, si lo hizo en Palacio Nacional y de su presencia tanto en la Cena como en la foto oficial, se observó que no hay un parámetro externo que influya en el Mandatario, que el criterio que aplica es el propio, el suyo, el de él.

Si bien la No intervención en asuntos de otros países es bueno. También la No Intervención obliga a quien toma esa bandera a no formular reconocimiento positivo alguno sobre un Mandatario que ha violado flagrantemente los derechos elementales de los habitantes de su país.

Ahora viene el otro mensaje que acompaña esta declaración presidencial “que no influyan –otros países- en la decisión de los mexicanos”. Éste mensaje es un preludio para qué…?